Cómo viajar con niños siendo madre lesbianas
Si quieres planear un viaje en familia siendo lesbiana, tienes que leer lo que te tenemos que decir para que sepas cómo viajar con niños siendo lesbianas. Conoce todos nuestros consejos.
Los viajes que hiciste de soltera o en pareja cuando no tenías niños van quedando, cada vez más, como nostálgicos recuerdos en tu memoria.
Te sirven para evocar otras épocas, cuando eras más joven y gozabas de mayor libertad. Ahora tienes niños que hay que cuidar, proteger y educar.
Pero ¡Puedes seguir viajando con ellos y disfrutar de esta experiencia! En este artículo te aconsejamos todo lo que vas a necesitar saber para saber cómo viajar con niños siendo lesbianas.
Antes de viajar en familia
En primer lugar, hay que reconocer que los niños pueden ser impredecibles. Así que debes tener todo planificado antes.
De hecho, a algunas madres les da miedo los desafíos que suponen un viaje. En principal, si el niño es muy pequeño o es la primera vez que se viaja con ellos.
- ¿Qué comeremos? ¿Dónde nos quedaremos? ¿Cómo nos trasladaremos?
- ¿Haremos actividades mientras esperamos?
- ¿Cómo hacer la maleta?
- ¿Qué hay que llevar?
- ¿Qué es lo que no hay que llevar para que el equipaje no se convierta en un fastidio inútil?
Estas preguntas y un sinfín de otros temas te deben preocupar a la hora de preparar un viaje con tus pequeños.
Para que el viaje no parezca una aburrida mudanza, hay que tomarlo como una aventura, ponerle buena cara, voluntad y energía.
Lo podemos disfrutar tanto o más que aquellos viajes que hiciste sola o con tus parejas. Pero tienes que tomar prevenciones y un poco de planificación. Veamos algunas de las cosas que debes tener en cuenta antes de viajar.
Papeles y documentación
Hay que estar atentas con los papeles de los niños que deberás tener a mano para poder viajar. Ya que esto hay que prepararlo con anticipación.
- Pasaporte
- Seguro de viaje
- DNI
- Cartas notariales de permiso de una de las madres, si es el caso.
- Así como las tarjetas médicas
- La cartilla de vacunación del niño o de la niña.
Si viajas fuera del país, hay que investigar los requerimientos sanitarios que exigen para los más pequeños en el lugar que vas a visitar.
Determina las condiciones del viaje
El viaje que realices con tus hijos puede tener distintas motivaciones. Por ejemplo, vacaciones, familiares e incluso de trabajo. Y en ocasiones, estos pueden mezclarse.
Las precauciones que debes tomar con respecto a los niños pueden ser distintas en cada caso.
La duración del viaje y el destino también te marcará el tipo de medidas y de ideas que tengas que tomar para viajar con niños siendo lesbianas.
No es lo mismo hacer un viaje por un fin de semana que por un mes.
No vas a tomar las mismas prevenciones para viajar a una ciudad que está a una hora de tu casa, que cuando viajas a Australia. Ya que este destino implica una travesía en avión de alrededor de veinte horas de vuelo.
Igual, es distinto prepararse para desplazarse con niños en coche, en tren, en avión o en barco.
El medio de transporte te va a limitar la cantidad de cosas que vas a llevar, así como el tipo de equipaje.
Infórmate si el lugar es LBGT friendly
Si vamos a viajar a un país extranjero es sensato informarse si es un destino LBGT friendly.
Aunque el hecho de movilizarse con niños, puede reducir la actitud hostil por ser lesbiana. No obstante, hay que tomar en cuenta los problemas de este tipo que puedan presentarse a la hora de elegir un destino de viaje.
No querrás sorpresas desagradables cuando viajes, menos aún si lo haces con tus hijos.
Planear juntos el viaje
Lo primero que debes hacer es incluir al niño o niña en la planificación de vuestro viaje, para que vaya tomando conciencia de lo que significa viajar. Por supuesto, esto depende de la edad del niño.
A los más grandes puedes enseñarles el lugar a dónde van a ir. Y mostrarles fotos y ubicarlos con un mapa, un globo terráqueo o con Google maps, para que así puedan identificar el espacio y el recorrido del viaje.
El itinerario del viaje puede hacerse en consenso con ellos. Esto puede ser necesario cuando el niño es más mayor, puede haber un interés particular en el lugar de destino. Por ejemplo, algún parque, museo, estadio deportivo, lugar histórico, etc.
También se le pueden enseñar algunas palabras en el idioma del país que vas a visitar.
Incluso, a los más pequeñitos se les puede involucrar hablándoles y contándoles acerca del viaje que se hará. No dudes que ellos van a responder a esa estimulación.
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Escoger el alojamiento
No puedes seleccionar un hospedaje con los niños al igual que lo hacías cuando viajáis solas. Para una pareja lo importante es poder dormir y que sea lo menos caro posible. Pero con niños no puedes hacer eso.
Tiene que contar con ciertos requerimientos mínimos para atender a vuestros peques, como que tenga TV, agua caliente o áreas verdes. Y que sea un ambiente familiar.
Hay que prever que el sitio de alojamiento que escojas se encuentre cerca de ciertos establecimientos. Entre ellos supermercados, farmacias, transporte público, e incluso un parque.
¿Qué cosas llevar?
En todo viaje lo primero es hacer las maletas. ¿Cuáles son las cosas, pensando en los niños, que debemos llevar y cuáles no?
Hay que tratar de no ir con exceso de equipaje.
Aunque aquí vamos a apuntar algunas cosas imprescindibles, también debes recordar tener cuidado de no atiborrar tus maletas.
Equipaje de mano
El equipaje de mano debe ser manejable y siempre debes tenerlo a tus espaldas.
El morral nos tiene que dejar libres las manos, pues las vas a necesitar para cargar y ayudar a tus hijos.
Algo de luz para la noche
Llevar una lamparita que pueda enchufarse en cualquier lugar, o una pequeña linterna que siempre puedas tener a mano es muy útil para los niños. Son más prácticas las que usan pilas recargables.
Cualquiera puede desconcertarse si despierta en la noche en un lugar desconocido. Esto es más probable que le suceda a un niño.
Así que contar con algo de luz nos será de gran utilidad para no tropezar y poder ir al baño, o para que ellos puedan dormir tranquilos y sin miedo. De hecho, muchas madres utilizan en casa esta técnica.
Mínimo de utensilios de higiene
La higiene de los niños en los viajes puede ser para ciertas madres un dolor de cabeza. Porque durante el viaje no pueden tener el control que mantienen en su casa.
Hay que ser un poco flexible, lo que no significa un abandono total. Todo depende de los lugares a los que viajes.
No puedes pretender llevar todo el arsenal de champús, jabones, cremas, cepillos o toallas que tenéis en casa. Hay que elegir lo esencial y dejar espacio en la maleta para otras cosas más útiles.
Botiquín de viaje
El botiquín de medicinas no puede ser una especie de farmacia ambulante, pesada y con un montón de fármacos. Menos si los puedes conseguir en cualquier parte.
Sin embargo, hay que evaluar lo lejos que vayas a ir o el tipo de viaje que vas a realizar. Y así tomar las previsiones en lo que se refiere a los medicamentos.
Si el niño tiene alguna medicación específica, hay que contar con el tratamiento completo y/o con la receta médica, por si hay alguna emergencia.
Hay medicamentos que son imprescindibles si viajas con niños. Por ejemplo, para la fiebre, la tos, el dolor de garganta, algo para el estómago, algún analgésico y un antialérgico.
Casi todos los niños marean en los viajes. Tienes que estar preparada para esto con bolsas de plásticos colocadas en sitios estratégicos del vehículo, así como evitar que los chicos coman demasiado antes de iniciar el viaje.
También son necesarios el repelente contra los mosquitos, el bloqueador solar, un termómetro, curitas y antiséptico.
No puedes olvidar las toallitas húmedas y el gel antibacterial, estos son ahora accesorios médicos imprescindibles.
Si viajas en avión las gotitas para el oído del niño no pueden olvidarse.
Coche, canguros o portabebés
Si tu niño o niña es todavía un bebé, tienes que contar con accesorios para trasladarlo tanto en viajes por carretera, en coche o por avión.
El portabebés es ineludible en un viaje por carretera, aunque puede ser a veces incómodo o aparatoso para utilizarlo fuera del vehículo.
Pero para trasladar al bebé a pie y circular por las calles, pasear por el campo o hacer senderismo puedes portearlo. Y utilizar dispositivos más manejables, resistentes y livianos como los llamados canguros, carga bebés o mochilas para bebés.
También podemos usar telas atadas a nuestro torso, usadas de manera tradicional en ciertas culturas, que son muy seguras y adaptables. En internet podemos consultar cómo se elaboran.
Su propia maleta
Lo ideal es que el niño cuente con su propia maleta para el viaje, esto te ahorra tiempo al buscar por todas partes en las maletas. Y otorga a los niños una cierta “independencia” que los ayuda a crecer.
Lo mejor es que su maleta tenga imágenes y estampados afines a los gustos de la niña o del niño.
Al hacer su maleta, haz que participe en la escogencia de la ropa y cosas que llevar. Por supuesto, no se puede llevar todo lo que ellos quieran.
La ropa que va en esa maleta debes escogerla en función del lugar al que vayas. Porque se tiende mucho a llevar demasiada ropa que los niños ni siquiera utilizan.
Una cosa es llevar ciertas prendas “por si acaso” haces ciertas actividades. Como la playa, paseos en el campo, montar a caballo, etc. Pero otra es atestar la valija.
Recomendaciones para el viaje
El viajar en coche, en tren o en avión es una experiencia que puede ser muy agradable y diversa. Veamos a continuación algunas recomendaciones particulares en cada caso.
Si lo haces con niños pequeños debes tener presente que ellos se cansan mucho más que vosotras y tienen menos paciencia.
Lo importante es que los niños entiendan que el trayecto es parte del viaje.
Si vas por la carretera
Si vas por carretera tienes que pensar en la seguridad y la prevención. Así que debes revisar con anterioridad el coche para estar segura que está en buenas condiciones para el viaje.
Hay que examinar los cinturones de seguridad y los asientos para los chicos. Así como asegurarse que la silla para niños esté en buenas condiciones.
Hay que preparar a los niños a asumir una conducta responsable en el viaje. Entre ellas, no sacar ninguna parte del cuerpo por la ventana, no jugar de forma brusca dentro del coche. Tampoco distraer a quien conduce quitándole la visión o lanzando objetos. Esto no significa que no puedan conversar durante el viaje.
Regula el aire acondicionado del vehículo. Ya que demasiado frío puede enfermar a los niños.
Los dispositivos electrónicos no se recomiendan en los viajes por carretera porque pueden provocar mareos en los niños. Sin embargo, si somos sinceras sabemos que estos aparatos ya forman parte de la vida de los niños.
Sin embargo, hay que tratar de que no abusen de estos dispositivos. Y contar con otras formas de pasar el tiempo en la carretera.
- Cantar canciones
- Contar chistes
- Colorear
- O solo aprovechar para conversar y contar historias reales o imaginarias.
Estas actividades las coordina por la madre que no esté conduciendo.
Deja en casa los juguetes ruidosos que a veces tanto les gustan tanto a los niños. En el coche pueden ser desesperantes para vosotras.
Si se puede escoger el recorrido, hay que hacer trayectos que no sean tan largos. Y hacer el mayor número de paradas posibles en función de la distancia total, al final hay que llegar a nuestro destino.
Si viajas con niños en avión
El viaje en avión siempre es interesante para los niños más grandecitos.
Sin embargo, a algunos les puede causar miedo. En pleno vuelo hay que estar atentas sobre todo en las situaciones de turbulencias.
También hay que estar pendiente de las molestias en los oídos cuando el avión despega o al aterrizar. Esto puede prevenirse con goma de mascar.
Para los bebés, un biberón con leche los puede ayudar. En general, los aviones admiten, además de medicamentos, comida para bebe. De todos modos, hay que averiguar cuál es la política en los aeropuertos que visites.
En general, a los niños menores de dos años no les cobran el boleto o la tarifa completa.
Trayectos nocturnos
Viajar mientras el niño duerme es una recomendación clave cuando se viaja con niños muy pequeños o muy inquietos.
De esta manera, aprovechas las horas de sueño de los niños para desplazaros. Así, a ellos el trayecto se les hará más corto y llevadero.
Si viajas en avión y el recorrido es largo trata de reservar los vuelos que lo hacen por la noche. De esta manera, el niño durante el viaje lo pasará el mayor tiempo posible durmiendo.
Esto lo podemos planificar tanto si viajamos en nuestro propio coche como si lo hacemos por autobús o en tren.
Llevar a cabo este consejo dependerá de vuestra capacidad para conducir en horas nocturnas.
En el viaje
Hay ciertas cosas que debes hacer si quieres viajar con niños siendo lesbianas. Sigue leyendo para que conozcas algunos tips que tomes en cuenta durante vuestro viaje.
Identificar a los niños
Nunca esperes que tus niños se vayan a perder en un centro comercial o en un parque. Pero para prevenir este suceso es muy útil colocarle al chiquillo una pulsera que lo identifique, donde puedas grabar vuestros teléfonos y el prefijo del país.
Esto seguro lo harás si sabéis que el niño es inquieto o travieso.
Debes estar atenta en conseguir las pulseras de silicona, que no se les borre fácil la información y, además, que sean impermeables y antialérgicas.
Diversión extra
Los niños de hoy en día, incluso los más pequeños, cuentan con tablets, móviles y portátiles. Y si no son propias se las ingenian para usar las de sus madres.
Pero en un viaje no puedes dejar que abusen de estos dispositivos. Además, estos aparatos se descargan y no en todas partes se pueden conectar.
Hay que llevar juegos de mesas, cartas, lápices, creyones, algunos cuadernos para rayar, escribir o pintar. Así como algunos libros para que los pequeños se entretengan de buena manera.
Hay que tener a mano algunos recursos para que los niños no se aburran en las salas de espera de terminales y aeropuertos. Así como en los trayectos en el carro, el tren o en pleno vuelo.
No improvisar con las comidas
Hay que estar atentas con las comidas de los chicos y las chicas durante el viaje.
Puede preparar bolsas de frutas frescas y secas para el camino. Lo mejor es arreglar porciones razonables para que los niños no se atraganten de más. Y no quieran después no comer nada o casi nada de la comida principal.
Si quieres llevar comida preparada, hay que prever que no se vayan a dañar o a fermentar. Tampoco que no necesiten refrigeración y se puedan comer sin que tengamos que calentarla.
No permitas que los niños abusen del azúcar, hay que tener cuidado con las chucherías y dulces.
Ya que esto puede resultar en un viaje intranquilo para todos, porque los niños se van a cargar de energía y alterarse de manera innecesaria. Luego no van tener suficiente espacio para descargarla.
No es aconsejable cambiar demasiado el tipo de comida que por lo general comen los niños. Sin embargo, debes asumir que en un viaje es difícil mantener esto.
Además, el viaje puede servir de descubrimiento para probar nuevas comidas y sabores para los más chiquitos.
Flexibilidad y humor
Hay que tratar de mantener el buen humor con los chicos para que el viaje no se haga pesado.
Hay que recordar que los niños siempre serán niños y no puedes exigirles como si fueran adultos.
Debes ser un poco más flexible en el itinerario que establezcas, sin olvidar las precauciones para disfrutar un poco más del viaje.
No se puede establecer solo visitas para los niños o solo planes para los adultos. Hay que tratar de lograr un equilibrio donde todos disfrutéis y os queden muchas ganas de repetirlo.
Viajar con niños siendo madres lesbianas
El viaje para los niños desde edad muy temprana resulta siempre una experiencia enriquecedora. Alimenta su formación, su desarrollo emocional y social. Le aporta nuevos valores, habilidades sociales y conocimientos.
El viaje en familia constituye una manera de reforzar los lazos familiares, una fuente de educación, de disfrute y la posibilidad de desconectarse de la rutina.
El viaje no tiene que ser a un lugar exótico, lejano o a un sitio turístico con mucho cartel publicitario. Si esto no es posible, lo importante es incentivar en estos viajes la curiosidad propia de los niños.
Hay que aprovechar de darles un poco de inmersión cultural a los niños durante estos viajes. Conocer y participar de las costumbres, las maneras, las tradiciones de los lugares y países que visitan en estos viajes. Así como nuevas personas, es una manera de que los niños aprendan a conocer y aceptar las diferencias.