Protección contra ETS entre lesbianas y bisexuales
La protección sexual contra ETS entre lesbianas y bisexuales interfiere en cómo podamos disfrutar de nuestra sexualidad como mujeres lesbianas o bisexuales. Pues esto, en gran medida, depende de que contemos con una buena salud.
La protección sexual contra ETS entre lesbianas y bisexuales es muy importante al momento de tener sexo. Nuestra salud sexual puede verse afectada o disminuida por las llamadas Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS).
Estas también son conocidas como Infecciones de Transmisión Sexual (ITS).
Estas enfermedades son muy comunes y pueden transmitirse entre todas las personas, sin importar su género u orientación sexual. También, por supuesto, entre las mujeres lesbianas y bisexuales.
De hecho, es falso decir que las lesbianas o bisexuales somos inmunes a las enfermedades de transmisión sexual.
Por eso, es importante alertar sobre el peligro de estas afecciones. Hay una necesidad de que estemos informadas y conocer acerca de estas enfermedades que pueden limitar nuestra sexualidad. Así como las ventajas de practicar un sexo seguro y protegido.
La salud sexual entre lesbianas y mujeres bisexuales
Las ETS se observan tanto en lesbianas como en mujeres bisexuales, en todas partes del mundo. Sin embargo, curiosamente, son escasos los datos estadísticos para establecer de manera precisa los riesgos.
La invisibilidad de nuestro colectivo, la escasa información ha llevado a la construcción de ideas erróneas.
Así como también, en muchas ocasiones, la falta de sensibilidad por parte de médicos y profesionales de la salud. Por ejemplo, la percepción equivocada de que las relaciones sexuales entre mujeres siempre van a ser seguras.
La ausencia de la penetración fálica ha influido en el desarrollo de mitos que ponen en riesgo la salud de nuestra comunidad. Como por ejemplo, de que no es necesario usar preservativos cuando dos mujeres tienen un encuentro sexual.
La mayoría de la información y propagandas sobre las ETS se enfocan en los heterosexuales y en los homosexuales masculinos. Asimismo, esta información está basada en que las mujeres lesbianas “nos salvamos de este peligro”.
Esto es un gran error. Todo depende de las prácticas sexuales y el número de parejas. Es decir, funciona bajo las mismas condiciones que funciona el sexo entre parejas heterosexuales.
Infórmate para cuidar de tu salud sexual
El comportamiento equivocado o acertado que tengas, puede ser combatido con la información correcta. Los expertos llevan años dedicándole espacios en la academia para hablar de la salud sexual en las lesbianas y bisexuales.
Así que no temas en consultar fuentes confiables para aprender sobre el comportamiento sexual que deberás tener.
El sexo lésbico se debe disfrutar con seguridad y responsabilidad. Así que debes tomar todas las medidas de prevención.
Que no te avergüence ir al médico
Son muchas las experiencias dolorosas y traumáticas que muchas de nosotras podemos contar sobre las visitas al ginecólogo. Lo que debería ser rutinario y normal se convierte en algo vergonzoso.
En el mejor de los casos, somos sometidas a preguntas que nada tienen que ver con el motivo de nuestra consulta. Se obvia por completo nuestra identidad sexual y de género.
Muchos profesionales de la salud muestran una gran ignorancia y una actitud de rechazo sobre el tema, incluso, hasta llegar a ser discriminatoria.
Esta situación nos ha empujado a mostrar miedo a hablar acerca de nuestra sexualidad con el personal de salud. A sentir vergüenza de asistir al médico aunque sospechamos que padecemos de alguna ETS.
En este sentido, esto representa un inconveniente para nuestra salud y vida sexual. No podemos permitir que esto siga ocurriendo.
La salud sexual es un derecho
No hay que olvidar que la salud sexual es un derecho. Esto tiene que ver con la disponibilidad de información, educación y recursos para decidir de manera libre y responsable sobre nuestra sexualidad. Sin ser sometidas a discriminación o violencia.
La sexualidad de las lesbianas es todavía un tema que debe ser difundido y promocionado entre nosotras y el público en general. Socialmente es un tema poco abordado. No existimos en las políticas públicas, ni cuando se refiere a información y educación.
No obstante, esto poco a poco está cambiando. Muchos grupos y organizaciones han asumido el papel de informar, instruir y educar sobre la protección en las relaciones sexuales lésbicas y bisexuales.
¿Cómo protegernos de las enfermedades de trasmisión sexual?
Debemos estar consciente de que las infecciones de transmisión sexual se pueden contagiar entre las mujeres. La protección sexual contra ETS entre lesbianas y bisexuales es algo que debemos tener presente.
Las formas de sexualidad que más usamos las mujeres lesbianas también pueden ser fuentes de contagio. El sexo oral y el uso de los dedos y la vagina o entre los dedos y el ano, el compartir juguetes sexuales con penetración.
Podemos contagiarnos de estas incómodas —por decir lo menos— y persistentes enfermedades de transmisión sexual.
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Recuerda que algunas de estas no tienen cura definitiva o son muy difíciles de tratar. La única cura a la que podemos recurrir es a la prevención, a través del sexo seguro y con protección.
La gran parte de estas infecciones pueden curarse con tratamientos más o menos sencillos. Pero si no las atendemos a tiempo pueden convertirse en algo mucho más perjudicial. Debes acudir a tu médica/o a la menor sospecha.
Cuidado preventivo y periódico de la salud
Debes buscar un médico consciente y respetuoso de tus necesidades específicas. Es importante que estés pendiente de tu salud general, de manera periódica y preventiva. Es decir, no vayas al médico solamente cuando estés enferma.
Esto vale tanto si estás en una relación monógama como si no lo estás. En este último caso, es urgente que programes exámenes habituales para detectar infecciones de transmisión sexual.
Debes ser honesta y consciente. Es posible que no sepas que tienes alguna enfermedad de trasmisión. ¡O peor! No seas sincera con tu salud por miedo a enfrentar a tu pareja o por vergüenza a decir la verdad. Los exámenes no sólo los debes hacer tú, también tienen que hacerlos tu pareja.
No lo ocultes
Si tienes una ETS es conveniente que se lo comuniques a las mujeres con las que tienes o hayas tenido relaciones sexuales en el pasado inmediato.
Para que así ellas puedan hacerse sus respectivas pruebas de laboratorio. Tu salud es importante así como las de los demás.
Mantén relaciones sexuales más seguras
En la medida de lo posible y de acuerdo con los gustos personales, es recomendable que uses condones con juguetes sexuales. Así como protectores de látex (como guantes o fragmentos de este material) durante el sexo oral.
Por ejemplo, debes evitar el sexo oral si tú o tu pareja presenta cortes o llagas en la boca o en los labios.
Y si es imposible que te aguantes, debes servirte de un “protector bucal” o “máscara” de látex para la ocasión. En el siguiente apartado te indicaremos algunos de estos métodos.
Estos mecanismos de protección, bien usados que pueden ayudarte a disfrutar de manera segura el sexo. Aunque a primera vista, te parezcan aburridos y engorrosos puedes utilizarlos con creatividad, y así podrás disfrutar aún más el acto sexual.
Vacúnate
Algunas vacunas te ofrecen seguridad extra contra las enfermedades de contagio sexual. Sobre todo contra la hepatitis A y B o contra el VPH.
Estas vacunas están disponibles para las mujeres hasta los 26 años. Y te ofrecen protección ante algunas de estas enfermedades.
Toma precauciones cuando uses juguetes sexuales
La protección sexual contra enfermedades de transmisión sexual entre lesbianas y bisexuales es también necesaria cuando se usan juguetes sexuales. Sobre todo si estos son compartidos por las dos mujeres. Así que también deben participar de las prevenciones como preservativos.
Uno para cada mujer, uno para cada penetración en distintos orificios o aberturas corporales (vagina, ano, boca). Debes lavarlos bien con agua y jabón cada vez.
Limpieza íntima
Tu vagina tiene la gran virtud de que se limpia por sí misma. Las duchas vaginales no son necesarias o, en todos caso, sólo en ciertas ocasiones. Debes cuidarte del excesivo o abusivo uso de jabones perfumados, médicos o los supuestamente “especiales para mujeres”.
Pueden provocarte dolor vaginal o irritación vulvar que puede llegar a ser crónicas. Estas surgen por la eliminación de la flora bacteriana que habitan de manera normal y natural en tu vagina.
Métodos de protección en el sexo lésbico
En este apartado vamos a ahondar en los distintos métodos de protección sexual contra ETS entre lesbianas y bisexuales.
En algunos lugares estos métodos se encuentran en las farmacias y en las sexshops.
Barreras de látex
Las barreras de látex cumplen la misma función de un preservativo. Porque imposibilita el roce entre fluidos vaginales e impide la transmisión de ETS.
Puedes usarlo en la vagina o en el ano e, incluso, puedes servirte de éste cuando practicas sexo oral. Por lo tanto, te ayuda a preservarte del contacto directo del sexo de tu/tus amantes.
Barrera de látex artesanal
Como es difícil conseguir estas barreras en presentaciones comerciales. Puedes, a partir de un condón masculino, elaborar tu propia barrera de látex.
Esterilizas una tijera y cortas con ella la punta del condón para abrirlo después de manera vertical.
Es recomendable que utilices preservativos de sabores porque los corrientes pueden ser muy desagradables, ya que mantienen el sabor fuerte del látex.
Recubrimientos para los dedos
Los recubrimientos para los dedos son fundas o recubrimientos especiales hechos para los dedos. Puedes también utilizar condones masculinos e, incluso, guantes de látex.
Los puedes usar cuando estimulas el ano o la vulva. Así proteges a tu compañera de sexo de hacerle daño con la uñas y evitas el contacto directo con posibles heridas.
Máscaras de resina/látex para sexo oral
Son semejantes a las que se usan en los centros de salud. Te permite llevar a cabo el sexo oral de manera cómoda y segura.
Y tal vez, si lo usas creativamente podrías poner un poco de picante al acto sexual.
Condones vaginales
Por supuesto, te preservan contra el embarazo en el caso de que tuvieras relaciones heterosexuales. Pero también sirven para prevenir contagios de ETS en tu relaciones con otras mujeres. Se acomoda a tu vagina y puede, incluso, llevarse puesto antes del acto sexual.
Enfermedades de Transmisión sexual (ETS)
A pesar de lo desagradable que te puede resultar, debemos conocer cuáles son las ETS más comunes. Si conoces cómo se contagian y sus consecuencias, seguramente estarás más dispuesta a prevenirlas. Así te cuidas a ti y a tus parejas efectivas o posibles.
Estas enfermedades se transmiten de mujer a mujer, por contacto físico en las relaciones sexuales, vaginales, anales u orales. Sus síntomas son tan desagradables de padecer, como de leer en una página web o en un libro.
En todos los casos de ETS recuerda que si la padeciste y te has curado puedes volver a contagiarte. Sobre todo si tienes relaciones con una mujer infectada.
A continuación presentamos información sobre las ETS más conocidas, que se transmiten en el acto sexual. Para que puedas tener en cuenta la protección sexual contra ETS entre lesbianas y bisexuales.
Si tienes la sospecha de alguna de estas enfermedades acude inmediatamente a tu médico ginecólogo. No te automediques ni busques tratarte por tu cuenta. La mejor forma de ayudarte es dejando que te ayuden.
Clamidias
Las clamidias afectan nuestro útero, la uretra y puede propagarse por las trompas de Falopio y el recto. Incluso puede llegar a nuestra garganta.
Esta enfermedad presenta síntomas después de 7 a 21 días del contacto sexual. Por ejemplo, entre los principales vamos a observar una secreción clara y transparente, así como molestias al orinar.
Podemos prevenirlo utilizando preservativos femeninos o masculinos, cuando compartimos juguetes sexuales y también con cuadrantes de látex para el sexo oral.
El tratamiento de esta enfermedad es con antibióticos y es fácil de curar. Debes acudir a tu médico.
Gonorrea
La gonorrea es una ETS que puede afectar nuestra uretra, vagina, cuello del útero, recto, a la faringe y a los ojos. Los síntomas pueden aparecer entre los 2 a los 7 días, luego del contacto sexual, aunque, en algunos casos, puede tardar más.
En esta infección es muy común que orinemos más de lo acostumbrado y con mucho malestar al hacerlo. Para la protección sexual contra esta ETS entre lesbianas y bisexuales se recomienda usar métodos de barrera para evitar el contacto con los tejidos infectados y sus secreciones.
Las mujeres infectadas con esta enfermedad la mayoría de veces no presentan síntomas.
Los antibióticos son el remedio para este padecimiento.
Candidiasis
La candidiasis es una ETS producida por un hongo que existe normalmente, sin hacer daño, en nuestra flora vaginal. Y a veces crece de manera anormal produciendo efectos negativos.
Nos produce prurito vulvar y vaginal, dolor durante la penetración, ardor cuando orinamos y nos hace producir una secreción espesa y blanca. También se puede prevenir con los métodos ya señalados.
Herpes genital
El herpes es una ETS producida por un virus que se puede diagnosticar a través de una simple exploración visual.
Sus síntomas se presentan en la zona genital como una ampolla dolorosa o un grupo de estas, parecido a un racimo. También en el ano y en los pezones. Incluso, puede manifestarse en la boca y nariz. En algunos casos puede ser asintomática.
Para curar esta afección se usan antivirales que serán indicados por tu médico. Aunque tiene una gran persistencia, está apareciendo y desapareciendo.
A veces se utilizan ciertos medicamentos para disminuir o controlar su manifestación. Pero el uso de métodos de protección sexual contra ETS entre lesbianas es fundamental.
Verrugas genitales o Condilomas
Esta ETS se conoce como VPH, causado por dos tipos del Virus del Papiloma Humano (VPH-11 y VPH-16). Además, se contagia a través del contacto con la piel, como el frote entre vulvas.
Producen unas protuberancias o verrugas (por eso el nombre) de color rosada o de color piel. Estas son en forma de coliflor, en la zona vulvar o anal. En ocasiones no produce sensibilidad alguna.
Pero cuando lo hace, causa picazón y escozor y en consecuencia produce pequeñas hemorragias. Así como irritación y agrietamiento de la piel de la zona genital.
Para tratar esta afección se utilizan cremas congelantes y medicinales. También se cauteriza las verrugas con rayo láser, pero el virus permanece en el organismo.
Existe una vacuna para esta afección que se inocula en algunos países, a las mujeres en edades tempranas, antes de comenzar a ser activas sexualmente. Algunas de estas cepas (sólo algunas) pueden aumentar la posibilidad de cáncer de cuello uterino.
Sífilis
Esta ETS la origina una bacteria que produce una enfermedad de larga duración. Y que tiene distintas fases con períodos de interrupción en la cual no se manifiesta.
Causa una úlcera indolora en el área genital la cual aparecen en una primera fase de la enfermedad. Luego desaparece y al cabo de un tiempo pueden manifestarse otros síntomas como erupciones en la piel, así como cefaleas, fiebre, caída del cabello, malestar.
En una última etapa se ve afectado el corazón, cerebro y vasos sanguíneos. La única manera inequívoca de saber si se tiene la enfermedad es con un examen de sangre de laboratorio.
El tratamiento implica antibióticos pero no deshace los daños ocasionados. Si recibiste tratamiento y te curaste, puedes contagiarte de nuevo al mantener relaciones sexuales sin protección con otra mujer infectada.
Hepatitis viral
Este es un proceso inflamatorio del hígado producido por un virus (puede ser A, B, C). Los síntomas que se presentan dependen, en gran medida, del sistema inmunológico de la persona afectada, lo que llamamos las “defensas del organismo”.
Los síntomas varían de acuerdo con el tipo de Hepatitis. Por ejemplo, la A casi no presenta indicios y este desaparece espontáneamente. La B manifiesta coloración amarilla de la piel o en el blanco de los ojos, así como cansancio, dolores, heces muy claras, etc. La C son síntomas parecidos pero más leves.
Para los tipos A y B existen vacunas. El tratamiento usualmente es con antivirales y también con interferón. Esta enfermedad se puede adquirir no solamente por vía sexual, al estar en contacto por ejemplo, con cubiertos, vasos o platos de personas enfermas.
VIH-SIDA
El SIDA es una de las enfermedades más conocidas y temidas en las últimas décadas. Solo parecida a la Sífilis durante muchos años hasta el invento de los antibióticos. Durante mucho tiempo, errónea y exclusivamente, asociada al sexo y a los homosexuales.
Nosotras las lesbianas o bisexuales, también podemos adquirirla, no somos inmunes. Causado por el virus VIH ataca el sistema inmunológico, destruyendo las células que lo conforman. De esta manera, nos deja desprotegidas contra cualquier patógeno, lo que a que nos enfermemos gravemente de “cualquier cosa”.
Este virus se transmite a través del contacto entre sangre, fluidos vaginales y leche materna.
En las relaciones sexuales entre mujeres puede haber infección si no hay protección a través de métodos de barrera.