Cómo lidiar con el rechazo cuando eres una mujer lesbiana soltera
Tal vez te encuentres atravesando la etapa del descubrimiento de tu sexualidad, o simplemente estás soltera y quieres encontrar pareja. Pero ¿qué pasa cuando te rechazan?
Ser una mujer lesbiana y soltera puede significar varias cosas:
- Puedes estar disfrutando plenamente de su soltería y salir a conocer chicas teniendo un montón de citas.
- Estás deseando encontrar a una persona realmente especial para incorporar a tu vida.
- Acabas de terminar una relación y solo deseas olvidar a la persona que te ha arruinado.
- Existen muchos más escenarios posibles… ¿cuál es el tuyo? ¡Déjalo en los comentarios!
Sin embargo, muchas veces las citas no suelen salir como planeamos y nos vemos en la obligación de enfrentar (y atravesar) por uno o varios rechazos.
Cuando sientes que se te acaba el mundo porque esa persona en la que habías puesto tu interés, no tiene ninguno por ti. ¿Cómo sobrevivir a esta situación?.
Las “profesionales de las citas”
Cuando estamos solteras, muchas veces queremos tener todas las citas del mundo con todas las chicas del mundo. Nuestras amigas suelen referirse a nosotras como las “profesionales de las citas”.
Pero ¿qué es ser una “profesinal de las citas”? Lo que entendemos comúnmente, es que se trata más de la cantidad que de la calidad de las mismas.
Cuando finalmente conseguimos esa primera cita con una persona que casi no conocemos (pero parece interesante, por algo la elegimos, ¿verdad?), lo mejor es no tener grandes expectativas.
Muchas de esas primeras citas son exitosas, otras no nos dirigen a ningún otro camino más que a la amistad y, algunas, mejor olvidarlas.
Si contamos con el éxito suficiente, pasaremos un gran momento que puede terminar en vernos una próxima vez y, quizás, irnos a casa con nuestra cita. También podemos pasar tan solo un “rato aceptable” y, créeme, eso puede ser peor que obtener un “no”.
¿Existe algo peor que sentir has desperdiciado tu tiempo en una cita con una persona que, descubres, no tiene nada en común contigo?.
Puedes ser introvertida, extrovertida o una mezcla de las dos a la hora de lidiar con citas y el rechazo:
Introvertida: odias todo lo que implique abandonar tu piso
Eres de las lesbianas que quiere conocer gente nueva, pero odias tener que prepararte para ello y, en consecuencia, abandonar tu piso.
Te diviertes vistiéndote en la comodidad de tu hogar, pero cuando llega la hora de salir… ¡ugh!, ¡solo quisieras cancelar todo!
Cuando llegas al lugar de la cita, te parece un ritual incómodo tener que aparentar ser educada y mantener una conversación constante con una persona que apenas conoces.
Extrovertida: te encantan las citas y disfrutas de todo el ritual
Eres de las lesbianas que disfrutan de las nuevas experiencias y están encantadas con ello.
Te parece de maravilla tener que alistarte para conocer a alguien nuevo que se puede transformar en tu potencial pareja.
No sueles tener demasiadas expectativas e intentas tomar provecho de todo.
Cuando llegas a la cita, planeas divertirte y pasar un buen rato.
No obstante, no siempre es posible tener todo calculado y nuestros sentimientos y sensaciones son los primeros en traicionarnos.
La odisea de comenzar a salir con chicas
Vale, has terminado una relación o hace ya tiempo que estás soltera. Cualquiera sea tu situación, estás en circunstancias propicias para empezar a tener citas.
Has decidido comenzar a navegar por alguna (o algunas) de Las mejores APPS para conocer mujeres lesbianas y bisexuales y comienzan a tener citas con muchas mujeres.
Regularmente, salimos con mujeres que no conocemos casi en absoluto o con las que hemos entablado una conversación por algún tiempo antes de decidir encontrarnos cara a cara.
Cuando estás soltera y teniendo citas, solo quieres volver a tener esa sensación de que puedes enamorarte de alguien nuevamente.
Por lo general (y esto es siempre de acuerdo a tu personalidad), nuestro ideal sería no tener expectativa alguna. No obstante, manejar tan bien nuestros sentimientos no es tarea de un día para otro.
No queremos salir heridas de ninguna cita, pero al mismo tiempo anhelamos encontrar a esa persona que puede convertirse en un ser especial o directamente en el amor de nuestras vidas.
Cuando acabamos de terminar una relación, lo único que queremos es olvidar a esa persona conociendo a otras. Sin embargo, solo conseguimos salir heridas.
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Lo mejor, en esos casos, es tomarnos un respiro antes de volver a conocer gente nueva y verter en ellas expectativas irreales.
¿Cómo lidiar con el rechazo siendo lesbiana?
Ya has tenido muchas citas y estás de vuelta en el juego. Pero, aparecen los tan indeseados “no” de personas en las que teníamos algún interés.
¿Cómo lidiamos con esos rechazos? Evitar el dolor no siempre será posible, pero sí existen algunas técnicas para no tomarse ese rechazo de manera tan personal y vivirlo como toda una “profesional de las citas”.
Todavía no ha sido la cita y ya te ha dado el “no”
Este es uno de los tipos más difíciles de rechazo con el que lidiar. La tía en cuestión no te ha dado la oportunidad siquiera de conocerse.
Si eres de las que ha tomado el coraje para invitarla a salir a una mujer y ya te has imaginado cómo sería todo cuando ella sea tu novia, esto será un poco más difícil de superar.
Sin dudas, te llevarás una fuerte decepción, pero ¡ánimo! hay formas de que quede en el olvido como una simple anécdota.
El escenario se puede parecer un poco al que te presento a continuación:
Has visto en alguna de tus APPS preferidas de citas a la chica que estás segura será tu próxima novia. Casi no tienes dudas, aunque claro tampoco puedes batallar demasiado contra las inseguridades.
Llevan chateando por un tiempo y ya tienen sus números personales lo que te da grandes esperanzas. Llega el fin de semana y te armas de valor para invitarla salir.
¡Ya has pensando el sitio perfecto y todo! Listo. Enviado. Ahora solo queda esperar a que suene tu teléfono con la única respuesta que has imaginado: “Sí, vamos”.
Pero todo se tiñe de gris y la chica (que parecía súper maja, por cierto) ha dicho que no, que no le interesa verte y que no siente que tengan demasiado de qué hablar.
Puede que ella te haya dado algunas señales que decidiste ignorar (producto de las falsas ilusiones que siempre nos estamos haciendo). Sin embargo, el “no” tan temido ya está allí y no quede más que hacer.
La virtualidad puede ser incluso más dura que conocer a alguien de manera tradicional. En el momento del rechazo, puedes encontrarte sola, sin nadie que te ayude a superar la situación.
¿Cómo superarlo? Vale decir que aquí no hay recetas mágicas. Es algo en lo que tendrás que trabajar durante algún tiempo.
Puedes elegir entre contarle a alguna de tus amigas para que te den su punto de vista y te apoyen. De otro modo, puedes pasar este momento en soledad… ¡anda, tampoco ha sido tan grave!
Un coqueteo inesperado y… humillante
El segundo escenario posible es el de ir de “cacería” a un bar gay o lésbico. A veces, cuando comienzas a tener citas lo mejor es ir a un sitio con un grupo de amigas que te de contención… ¡solo por si acaso!
Entonces, te decides a probar suerte en un bar que sabes puede tener algo de buena fama para encontrar chicas. Te decides por tu bar lésbico favorito y pones en plan a todas tus amigas para que te acompañen.
Ya has ingresado al bar y escoges una mesa que te permita tener buenas visuales de todo el sitio. No fue necesario esperar demasiado para ver a la mujer de tus sueños.
La sonrisa perfecta te conquistó por completo. No había tiempo: tenías que conseguir su número inmediatamente. Ahora sí, ¿cómo acercarse?.
Ella estaba en una mesa con algunos chicos, así que para ti fue un poco difícil aproximarte. No podías ir y decirle “hola” de la nada.
Cuando decidimos conocer chicas en un sitio público, como un bar, lo más desafiante es lograr el primer acercamiento.
Finalmente, ella se levanta para ir al baño y tú la sigues. Una vez allí, le comienzas a hablar, pero ella te dice algo que no te esperabas: ¡es hetero!
La chica con la que habías soñado un futuro ideal y con la que tenías ganas de enrollarte en el baño, te dice que solo está allí con su novio.
El sentimiento de humillación no tiene igual. A pesar de que ella te haya dicho que se sentía “halagada”, lo hecho está hecho. Tu ego está casi destrozado.
Coquetear en un bar al que asistes con amigas tiene un lado bueno y uno malo. Tienes a tus amistades allí si algo malo sucede, pero coquetear y tener éxito frente a personas que conoces te ayuda a ganar confianza y seguridad en ti misma.
¿Cómo superarlo? Lo bueno es que estás rodeada de tus amigas que te pueden ayudar a olvidarte del mal rato. Ellas te recordarán la importancia de las relaciones que tienes en tu vida, más allá de las románticas.
Poder tener en cuenta a tus relaciones amistosas, te hará sentirte querida y te alejará de la reciente sensación de rechazo.
Que te rechace una chica hetero tampoco es el fin del mundo. Ella decidió ir a un bar lésbico y exponerse a ese tipo de situaciones. Lo mejor que puedes hacer es recuperarte y mostrarte resiliente hacia nuevos desafíos.
¡No me ataques! Una cita muy mala
Todo parece ir excelente. La chica que te vuelve loca te ha dado el sí y la cita ya es un hecho.
Es hora de planear el look perfecto, armarte de coraje, valor y encanto. Pero ¿qué pasa si no va como lo planeaste? Tantas cosas pueden salir mal en una cita.
Podéis encontraros y daros cuenta de que la química entre vosotras básicamente no existe. O solo una de vosotras puede darse cuenta (lo que sería peor). También podéis hablar todo el tiempo de vosotras mismas o de las exs.
La manera en que reacciones a esto, puede determinar si la cita será buena o mala.
Imagina que ya has quedado con la chica que te interesa. Decidís encontraros en su piso. Todo el rato que pasan juntas ella está en plan “pasivo-agresiva” y decide “atacarte” ya sea con tu profesión, gustos o intereses.
Este tipo de rechazo “indirecto” puede hacernos sentir inseguras acerca de quiénes somos y cómo nos relacionamos con otras personas.
Terminas esa cita y solo te queda volver a tu hogar con las manos vacías y con la sensación de haber perdido el tiempo completamente.
¿Cómo reaccionas a ello? Obviamente, depende de cómo sea tu personalidad. Puedes elegir aceptar pasar ese rato con ella e, indirectamente, devolverle sus municiones. O, simplemente, hablar directamente y salir corriendo de allí.
Si explícitamente estás en una mala cita como la del caso anterior, lo mejor que puedes hacer es irte. Sí, puede sonar un tanto brusco y, como sabes, hay casos en los que lo mejor es esperar, pero hay otros en los que es mejor huir.
Puedes decirle algo así como:
Oye, pasé un rato increíble. Creo que eres muy buena y fue un placer poder conocerte un poco mejor, pero no siento que haya una gran química entre nosotras, así que creo que es momento de que me vaya.
En una cita, lo más importante es poder ser honesta con la otra persona, pero también contigo misma. No crees falsas ilusiones y tampoco te mientas a ti misma.
Si prefieres no dar demasiadas explicaciones, solo dile que debes irte porque no sientes que las cosas estén funcionando muy bien entre las dos.
Respétate a ti misma y a tus sentimientos. Tú tienes límites y hay cosas que no te interesa tolerar. No tengas miedo de sentirte sola. Siempre sabes que es mejor a estar mal acompañada.
Una cita demasiado… ¿aburrida?
Pero no todas las citas son así de malas. Te puede tocar una cita “buena”. La conversación viene bien, tal vez se han reído más de una vez e incluso pudo haber algún beso y abrazo.
Sin embargo, todo el rato has tenido la sensación de que algo falta.
Sí, querida. Es la falta de química. Bueno, es cierto. No todas las relaciones van a comenzar con fuegos artificiales. No funciona así. Una cita no te asegura luego tener una relación excelente y estable. Es solo un primer paso.
Pero, en este caso de la cita “buena”, tú sabes que no ha ido tan mal y, al mismo tiempo, no estás segura de si vale la pena ir por una segunda oportunidad.
Mientras tú te debates en tus interiores, te llega un mensaje de texto de la chica en cuestión:
“Ayer he pasado un bonito rato, pero siento que no hay suficiente química entre nosotras y preferiría que sigamos como amigas, si tú también quieres eso”.
Un rechazo de este estilo puede hacerte sentir un poco decepcionada. Si bien, puedes estar de acuerdo en que la cita no fue de las mejores, no te hubiera molestado verla de nuevo.
Es muy común que nuestros sentimientos se confundan. No siempre tenemos las respuestas para todo.
Probablemente tú no tomaste la iniciativa porque simplemente tenías ganas de salir de nuevo, pero no con esa chica, sino, simplemente tener otra cita para no sentirte una fracasada en el amor.
La clave en estos casos es darte cuenta de tu verdadero valor como persona. No siempre tenemos que sentir que “no somos suficientes”, sino pensar que nos merecemos lo mejor y estamos destinadas a ello.
Anímate a dialogar contigo misma para poder conocerte más y saber de dónde provienen esas inseguridades.
¿Y mi cita? ¿Dónde ha ido?
Que te planten es una de las peores formas en las que te pueden rechazar. Lo peor de todo es que sientes caer sobre ti la responsabilidad de intentar averiguar qué fue lo que realmente pasó.
Eres la única en escena para deducir por qué ella no se ha presentado. ¿Realmente lo hizo a propósito? ¿Tal vez tuvo una emergencia de vida o muerte y por eso no pudo asistir?.
Solo tienes una manera de averiguarlo: deja que pasen algunos días y si no se pone en contacto contigo, ¡lo siento! Te ha plantado.
Puede haber sido por muchas razones, pero reduciéndola a una… simplemente, no quiere salir contigo. Puede sonar duro, pero probablemente ese sea el caso.
Que te planten puede dejarte con el corazón roto, pero, tranquila, tampoco es el fin del mundo. ¿Qué hacer en esta situación?
Si te han plantado, ¡no desesperes! Lo mejor es no tomarte más de cinco minutos pensando en las posibles razones. Luego para y a otra cosa.
Sería imposible no pensar aunque sea en las razones por las que tu cita te falló. Pero no te castigues a ti misma, no lo vale.
No puedes pasar horas pensando el peor escenario para justificar la razón por la que ella no vino. De a poco, deja ir la sensación de “traición”.
No le envíes un mensaje inmediatamente. Por algo ella no te envío uno, ¿verdad? Esa persona no se merece tu atención ni un minuto más.
En estos casos, lo mejor es que se lo cuentes a alguna de tus amigas. Ellas tendrán las palabras justas para hacerte sentir bien contigo misma y que todo vuelva a su normalidad.
Intenta recordarte a ti misma de todas esas cosas increíbles que solo tú tienes para ofrecer.
Una vez que hayas terminado de reanimarte, tómate un momento para pensar seriamente sobre esa persona que te ha plantado.
Si ella no es lo suficientemente madura para comunicarse contigo directamente ni tampoco para ser emocionalmente respetuosa, lo mejor que te pudo haber pasado es no haber tenido ninguna cita con ella.
No te tiene que interesar pasar tu tiempo con alguien que no sabe valorarlo. Este tipo de cosas son en las que tienes que poner tu mente, en vez de enfadarte por las razones por las que ella te pudo haber fallado.
Cuando ya hayas superado esta etapa de autorreflexión, puedes moverte hacia la siguiente fase. Es decir, ¡puedes comenzar a tener otras citas!.
Si luego de un plantón, decides volver a tener citas, recuerda que lo importante siempre es divertirte. Eres hermosa y te mereces todo el afecto y la atención. Pero ¡cuidado! No te fíes de que otras personas te podrán ofrecer todo eso.
Algunas soluciones prácticas para lidiar con el rechazo
Una cita es tan solo una probabilidad
Siempre ten presente que las citas no son definitorias y muchas veces solo se van a acumular en una lista de personas con las que alguna vez saliste.
Hay muchas mujeres en el mundo y probablemente solo unas pocas estén disponibles dentro de tu área. Y no todas esas pocas tendrán interés en salir contigo.
Algunas de esas lesbianas pueden ya tener pareja y de las disponibles, tal vez algunas de ellas no sean de tu interés.
Pon tu mente en positivo y piensa que por cada lesbiana que te ha rechazado, hay una esperando por ti.
No lo puedes controlar todo
Una mala cita no tiene que ver directamente contigo, sino con lo que la otra persona está esperando de ti y lo que tú esperas de ella.
Evita tomártelo todo tan personal. Muchas veces la incompatibilidad es algo que no puedes controlar. Hazte esa idea y te sentirás mucho mejor después de cada cita.
Prueba tener una cita contigo misma
¡Ir de cita sola es un plan genial! Anímate a ir a un sitio público sola y observa tus propios comportamientos y el de los demás.
¿Cómo eres cuando estás sola? Esto te ayudará a conocerte más a ti misma y lograrás crear una inmensa confianza en ti misma que luego se verá reflejada en las citas con tus futuras parejas.
No defines tu valor en la cantidad de citas exitosas
Los deseos y expectativas de las otras personas no te definen de ninguna manera. Solo tú eres consciente de lo que vales, mucho más allá de las citas románticas.
Tampoco te juzgues a ti misma por necesitar validación externa. Solo ten presente que, al final del día, tu objetivo principal es respetarte y amarte.
Ser lesbiana y estar soltera no es algo malo
Estar soltera muchas veces es visto como un lugar donde te está faltando algo.
No te alteres. No te falta nada ni nadie. Pensar que te falta alguien te hace sentir invisible y muy susceptible a las opiniones de los demás.
Muchas veces nuestras amigas que están en pareja hablan de lo increíble que es tener a alguien para compartir todo en todo momento. Eso, muchas veces hace que nos desesperemos e intentemos conseguir citas a lo largo y ancho de nuestra ciudad.
Hay una diferencia muy grande entre estar soltera y sentirse sola. Sentirse sola es justamente estar en la necesidad de encontrar a alguien más.
Por el contrario, estar soltera es solo una forma de habitar esta vida. Un lugar donde te tienes a ti misma y así estás feliz. No sientes un espacio blanco a ser completado.
No hay nada malo en sentirse sola. Es una sensación que muchas de nosotras experimentamos a lo largo de nuestras vidas y está bien.
El truco es aprender a estar solteras sin sentirnos solas solo porque otras personas quieren verlo así.
Lo mejor es valorar todas nuestras relaciones, más allá de las románticas. Cuando estás soltera, lo mejor es valorarte a ti misma, más allá de todo el cliché que envuelve a esa frase.
Concéntrate en lo que tú quieras hacer y olvida las presiones exteriores
Si tienes una cita y no va bien, tómate el tiempo necesario para superarla a tu manera.
Concentra tu energía en trabajar en tus proyectos personales. En vez de pasar todo el tiempo en las aplicaciones para citas, enfócate en verle el lado positivo a un rechazo.
No dejes que te invadan los pensamientos negativos acerca de qué puede estar mal contigo. Trabaja para demostrarte a ti misma lo genial que eres y lo mucho que tienes para ofrecer a esa persona que está esperando a conocerte.
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