La cita perfecta para cada etapa de tu relación lésbica
Encontramos en internet muchas guías que nos ayudan a que la primera cita salga perfectamente. Sin embargo ¿Qué hacer para que sea un éxito en la segunda, la tercera y demás citas? En esta guía te ofrecemos la información que necesitarás.
Lograr la cita perfecta para cada etapa de tu relación lésbica es posible si tienes las ganas y la persona adecuada. Siempre hablamos y sobre planificamos la primera cita. Ya que dicen que la primera impresión es la que cuenta.
Sin embargo, no puedes dejar de esforzarte para las citas que siguen. Las relaciones también se construyen con todo lo que tu cita recibe de ti a lo largo de vuestra relación. Sobre todo si lo que quieres construir es una relación sobre unos cimientos sólidos y sanos.
En este artículo te ofreceremos una guía que toca más allá de las primeras citas. De esta manera, podrás estar preparada para cuando empieces una nueva relación lésbica. O aplicarla a tu relación actual lista para lidiar con detalles.
La primera cita
Si estás buscando algo serio tienes que transmitirlo con cada cosa que hagas y digas en tu cita. Por eso, esforzarte en la primera cita es un paso fundamental. Eso no quiere decir que tienes que mostrarte perfecta y sin defectos, pero sí debes ponerle ganas para que tu cita no se lleve una mala impresión.
En esta otra publicación te ofrecemos una guía entera de todas las cosas que podrás tener para planificar una perfecta primera cita.
Sin embargo, lo más importante que debes tener en mente es que esta primera cita será solo una pequeña primera entrevista. El propósito será evaluar si os tenéis interés entre vosotras. En este caso, tanto tú como tu chica buscaréis rasgos de lo que queréis.
Si habéis empezado a hablar por mensajes, es la primera oportunidad para compartir cara a cara en un mismo lugar. Escuchar su voz de cerca y compartir gustos o deseos. Lo que más importa de este primer encuentro es determinar si quieres seguir viéndola.
Evita distracciones
Como ya te hemos dicho, querrás ir a un lugar tranquilo y privado donde podáis charlar tranquilamente. Evita ir a lugares ruidosos, como discotecas o bares.
Tampoco a lugares donde no podáis hablar con libertad, como el cine o un concierto de música clásica.
También es importante que evites asustarla con temas densos. Aunque la comunicación será lo más importante para vosotras, intenta aprovechar cada segundo. Evitar hablar del futuro, del pasado y concéntrate en averiguar lo que le gusta y lo que rechaza.
Concéntrate en lo más básico
Hay muchos aspectos que son importantes en estas dos o tres primeras horas que compartiréis. El más importante es la comunicación. Sin embargo no tienen que hablar de todo ni tantos detalles. La primera cita es como un trailer de una película que tu acompañante decidirá si quiere seguir viendo o no.
Por eso, escoger el lugar es importante para el rumbo de la salida. Como puedes ver, la elección del sitio y de los planes que tengas es realmente importante. Esto puede favorecer o entorpecer el rumbo de la primera oportunidad para tener una cita perfecta.
La opción de tomar una caminata, dar un paseo por algún parque o comer un helado parece ser lo ideal para propiciar un ambiente cálido.
No te esfuerces por demostrar grandes cosas. Al contrario, debes concentrarte en lo más básico. Sé tú misma. Y conduce el rumbo de la conversación por sitios y temas fluidos y balanceados.
Escúchala y déjala expresarse. Asimismo, exprésate y da oportunidad a tu cita que también sea tu interlocutora.
La segunda cita
Si todo sale bien en la primera cita querrás llamarla de nuevo, mantener el contacto y demostrarle lo grato que fue estar con ella. Así que posiblemente haya una segunda cita.
Sin embargo, poco se dice de cómo tiene que ser la segunda cita en tu relación lésbica. Si no estás interesada en una segunda cita, hazlo saber de manera sutil al final de la primera cita o poco tiempo después.
No querrás darle falsas esperanzas a alguien que no lo merece. Una llamada o un mensaje para decirle algo como: “Eres una mujer maravillosa, pero realmente no sentí química entre nosotras”.
Del tiempo de espera entre cita y cita nadie habla. ¿Cuál de las dos tiene que invitar una segunda cita?.
No te desesperes por esos detalles de logística. En las relaciones lésbicas los roles no suelen ser tan fijos. Así que puedes esperar un par de días a ver si ella te invita. Y si no, invítala a salir.
¿A dónde ir?
En una segunda cita podrás ser más atrevida y mostrarle un poco más de tu mundo. Depende de qué tan interesada estés, puedes optar por invitarla a un sitio que te guste mucho.
Las mejores opciones para el sitio de vuestra segunda cita suelen ser sitios de exteriores. Por ejemplo, alguna actividad deportiva, de outsides, donde podáis divertiros y reír a carcajadas.
Escoge una actividad que te guste o una actividad que nunca hayas hecho. En esta segunda cita perfecta tienes la oportunidad de mostrarte como una mujer divertida, decidida y con ganas de compartir con tu cita.
Otra opción muy divertida puede ser llevarla a una sala de juegos o videojuegos. Así, podrás mostrarle tus altas (o bajas) habilidades para la jugada.
Incluso, también es válido llevarla a un sitio más íntimo, como la sala de tu casa a jugar algún juego de mesas.
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A diferencia del plan anterior, los sitios más íntimos pueden llevar la charla a temas mucho más subidos de tono. Ya que estaréis más tiempo en soledad. Vosotras no os veréis limitadas por nadie ni nada.
Aún no lo hagas
Aunque una segunda cita implica interés, igual no debes confiarte. Ve poco a poco. Como te decíamos, hay algunas cosas que sería mejor evitar en la segunda cita para no apresurar las cosas.
Lo más importante es que no te hagas grandes ilusiones. Y tampoco le presentes a tu familia aún.
Generalmente estas cosas suceden de manera natural, pero si puedes evitarlo, mejor. Hay familias que se hacen ilusiones con las novias.
Imagínate que tu cita tenga química con tu mamá o que le gusten las cosas que le gustan a tu hermana. Puede que tengan buena química y luego, si deciden que no habrá tercera cita, tu familia se entristezca.
Profundiza en sus intereses
La segunda cita es el momento ideal para que preguntes más sobre lo que más te llamó la atención de ella. Esta será una segunda oportunidad para demostrarle tu interés o expresar exactamente lo que estás buscando.
Averigua ¿Qué le gusta? ¿Tú le gustas? ¿De qué manera prefiere hacer las cosas? La segunda cita puede servir para que indagues en aquello que más te ha llamado la atención de ella. Usa lo que sabes de sus intereses y lo que observaste en la primera cita.
Tercera cita
En este punto ya estás pisando terreno más firme que en las citas anteriores. Definitivamente lo que has visto en los dos encuentros anteriores te gustó a ti y a ella. Por lo tanto, esto apunta a encuentros cada vez más comprometedores.
Algunas de las cosas que seguro deberías pensar antes de aceptar la tercera cita son:
- ¿Cómo te estás sintiendo?
- ¿Has visto alguna red flag?
- ¿Tenéis cosas en común?
- ¿Sentiste química entre vosotras?
- ¿Disfrutas de su compañía?
Si eres el tipo de mujer que prefiere las salidas casuales, estás lejos de preocuparte por estas cosas. Sin embargo, siempre es importante que seas sincera con tu pareja. Así de una vez te ahorras que ella también se esté preocupando por estas cosas.
Habla sobre el rumbo de los encuentros
Una de los tópicos que inevitablemente se tocarán de manera explícita o implícita es el rumbo de vuestras salidas. Si quieres crear un ambiente para tener esta conversación, invítala a una cena en un lugar un poco más sofisticado.
Ya sabrás que las lesbianas tenemos fama de irnos a vivir juntas muy pronto. Así que es posible que ya sepáis qué tan serio va lo vuestro a la tercera cita.
Sentarse a discutir vuestro futuro de manera ligera y sin asustaros será mejor hacerlo en un sitio íntimo. Lo mejor de que sea en una comida es que podrás cambiar de tema de vez en cuando para comentar sobre lo que estáis degustando.
De esta manera, se evitarán los silencios incómodos y podremos ir cambiando el rumbo a nuestra conveniencia.
Asimismo, esta comida puede hacerse en tu casa. Sobre todo si ya no estás en casa de tus padres. Pues así tendrán todo a la mano si la cita perfecta sube de tono.
¿Sexo en la tercera cita?
Depende de lo que estéis buscando y de la frecuencia con la que habéis tenido estas tres citas ya estaréis pensando o deseando el encuentro sexual. A mi parecer, la química en el sexo que podáis tener o no es muy importante para lo que sigue.
Si ya habéis tenido sexo en la primera o la segunda cita, ya lo sabrás. Por otro lado, si aún no estás preparada o no quieres tener sexo, no hay problema.
Sin embargo, te recomendaría que empieces a entrar en el terreno y no lo dejes para muy lejos. Que tengan conexión en la cama es tan importante como en la conversación. Esto es parte de lo que puede ser tu cita perfecta.
Las citas que siguen
Mientras más se vean más estaréis caminando hacia el compromiso. Quizá en este punto ya seáis novias o hasta estéis buscando un u-haul. En este punto es que ya empieza lo bueno.
Como ya sabes lo mínimo que necesitas saber sobre ella. Además, como has descubierto que te gusta compartir a su lado, las citas tienen que ir subiendo de intensidad. Si aún no habéis tenido sexo, te recomendaría que lo tengas en el momento que te sientas a gusto y te apetezca, no hay reglas en esto.. ni en nada.
De hecho, lo más probable es que las citas que siguen estarán llenas de muuuchas experiencias divertidas y sexuales.
Mantente alerta
Todavía hay cosas que querrás aprender de ella. Por eso, no te confíes al 100 % de lo que te mostró ella en los primeros encuentros. Como sabrás, todas hacemos un esfuerzo grande en las primeras citas para que todo salga perfecto.
El trailer de nosotras que mostramos puede tener ediciones. En las primeras citas buscamos atraer y convencer de que somos una buena opción. Pero luego, poco a poco saldrán a la vista aquellas cosas que nos habíamos esforzado en ocultar.
Así que debes mantenerte alerta a los peligros que vayan saliendo a la vista.
- Ataques de celos.
- Posesividad sin control.
- Manipulación emocional.
Algunas de estas cosas pueden parecer inofensivas, pero si dejas que tomen control de vuestra relación podrán ser problemas en el futuro por eso.
Involúcrala en tu ambiente
Ya que todo parece ir por un buen camino, es un buen momento para incorporarla a tu círculos. En primer lugar puedes empezar por organizar una reunión con tus amigos y presentarla.
¿Estáis es una relación a largo plazo?
Yo creo que si ya habéis perdido la cuenta de cada cita perfecta que lleváis, aunque no os digáis “novias”, ya hay algo serio.
Como sabes, definir una relación a largo plazo es empezar a involucrarte de manera más comprometida con el amor.
Y en este punto, las citas se van volviendo menos planificadas y más espontáneas. En este punto ya habréis seguro discutido vuestra relación, y ya tendrá hasta un nombre ¿son novias?.
Construye vuestra intimidad
En este punto ya conocéis lo más básico de vosotras. Así como también tus amigos y hasta tu familia ya deben conocerla. Ella es parte importante de tus planes semana tras semana. Por eso, es importante que dediquéis tiempo para vosotras a solas.
- ¿Cuáles son tus intenciones con ella?
- ¿Te gusta mucho?
- ¿La amas?
- ¿Tenéis sentimientos compartidos?
- ¿Habéis hablado de algún plan para el futuro?
No importa qué hagan, pero construid vuestros propios modos. Ir una vez a la semana al cine, cenar por fuera una vez al mes, verse todos los días. Esto puede ser como vosotras mejor lo prefieran.
Tomaros tiempo para descubrir los detalles mínimos que tenéis ocultos. En este otro artículo te damos algunos tips para tener una relación exitosa. Y también en este otro artículo te ofrecemos algunos consejos para cuando estés en una relación a largo plazo.