La banda t.A.T.u. y una mentira que logró la liberación de muchas lesbianas
El dúo musical de Rusia ganó muchas fans gracias a una mentira ideada por el marketing. Pero, ¿qué fue lo positivo que dejó para las lesbianas?
Ganando éxito internacional en los primeros años del 2000, t.A.T.u. se convirtió en uno de los grupos musicales en visibilizar a las lesbianas, más allá de todo el entramado del marketing.
Si bien se encuentran fuera de actividad desde el 2013, es momento de recordar la importancia que han tenido para toda la comunidad lésbica.
La historia de una mentira para poder triunfar
En los inicios del año 2000 estar fuera de las “polémicas” no era común.
Desde los raps “ofensivos” de Eminem hasta las presentaciones de distintos artistas en premios internacionales como los MTV: quienes se atrevían a más, lograban alcanzar el éxito.
En Rusia estas ideas no eran para nada ajenas e Ivan Shapovalov estaba más que al corriente.
Junto a Alexander Dimayuga, su amigo del ámbito de negocios, decidieron abrir audiciones a principio de 1998 para formar uno de los dúos rusos más conocidos.
Iván Shapovalov se desempeñaba principalmente en el área de marketing y publicidad hasta que se convirtió en productor musical junto a t.A.T.u
Lena Katina, la primera en ser reclutada
Luego de numerosas sesiones en las que Ivan y Alexander veían a cientos de chicas cantar y demostrar sus habilidades, finalmente llegaron al recuent de las diez mejores.
Entre ellas, se encontraba una jovencísima Lena Katina que pareció cautivar a los ideadores de este gran plan en la industria discográfica.
Lena Katina fue quien primero se unió a t.A.T.u. En su audición interpretó “It Must Have Been Love” de Roxette.
Shapovalov comenzó a grabar a Lena en solitario, pero sabía que necesitaba a alguien más para que el proyecto resultara un completo éxito.
Yulia Vólkova, la segunda en unirse al proyecto TATU
A finales de octubre de 1998, se abrieron nuevamente las audiciones. Ivan estaba decidido a encontrar a una nueva chica para emparentar con Lena.
Yulia, tal como lo hizo Lena, cautivó a Shapolavov quien la unió al proyecto de inmediato.
La designación de un nombre que iba a marcar a toda una generación
Ivan Shapovalov quería, sin dudas, un proyecto “polémico”, que tuviera un éxito rotundo mediante una premisa clara y fuerte.
Así fue como surgió t.A.T.u., la versión acortada de “Eta dievushka lyubit tu dievushku”, que en español se traduce como “Esta chica ama a esa chica”.
El productor de t.A.T.u. no quería confundirlas con otra banda musical australiana llamada “Tatu”. Por ello, utilizó mayúsculas y minúsculas separadas por puntos.
Tanto Lena como Yulia tenían tan solo 15 años cuando se embarcaron en este proyecto.
Contando con el aval de sus padres, Yulia debió teñir su pelo de negro oscuro y cortarlo para consumar el estereotipo de una lesbiana y Lena debió bajar 10 kilos por orden de Shapovalov.
Ivan tenía claro desde un principio que quería que el objetivo fuera un dúo ruso lésbico. Para ello, debía convencer a Lena y Yulia de la idea.
Al respecto, Yulia declaró lo siguiente en su autobiografía:
Ivan nos recomendó mirar la película “Descubriendo el amor”. Con Lena estuvimos de acuerdo en representar a una pareja de chicas que se aman ya que nos pareció que era una experiencia común para las adolescentes como nosotras. En mi caso, yo en ese momento había tenido experiencias y enamoramientos con otras chicas.
No podemos hacer oídos sordos a que Iván ejercía cierto poder sobre las dos menores edad.
Sin embargo, podemos tomar lo que dice Yulia por cierto y creer que, dentro de todo, existía algo de verdad, por más que ellas no fueran pareja entre sí.
Un dúo lésbico… ¿destinado a ser exitoso?
El éxito no tardó en llegar para t.A.T.u. Pero, para Ivan Shapovalov todo podía salir muy bien o muy mal.
Si bien lo que él quería era hacerse su dinerillo representando una historia de amor lésbico, la homofobia era muy común y sus planes podían fracasar por efecto de la censura, que se hizo presente en más de una ocasión.
En el 2001 lanzan “All the things she said” (primero en versión rusa, por supuesto). Inmediatamente, el single escaló todas las posiciones en los rankings nacionales e internacionales.
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Su éxito se extendió por toda Europa llegando a Estados Unidos y Latinoamérica.
La representación lésbica en los 2000 gracias a t.A.T.u.
Millones de jóvenes lesbianas alrededor del mundo se vieron representadas por este dúo musical de chicas enamoradas.
Aunque lo cierto era que ellas apenas se conocían y fingían una historia de amor, esto sirvió para que muchas jóvenes lesbianas de se entonces sintieran que realmente podían tener una vida siendo ellas mismas.
El comienzo de la censura de t.A.T.u.
La homofobia no se hizo esperar.
Cuando el dúo asistió al show de Jay Leno, su beso final fue censurado y fueron acusadas de “pop pedófilo” y de “corromper las infancias”.
Por supuesto, nada de esto era así. Ellas se defendieron diciendo que solo eran dos chicas enamoradas y que siempre debía triunfar el amor.
Sin dudas, se trataba de una respuesta increíble de escuchar para las jóvenes lesbianas de la época, aún en el armario.
Presente de la banda
En el 2009 el grupo se disolvió por diferencias insostenibles entre las chicas y su productor.
A pesar de que en Rusia por la latente homofobia del país no las terminaban de aceptar, no dejaban de reconocer que eran las más famosas a nivel mundial.
Por ello, realizaron algunas presentaciones como la de los juegos olímpicos.
Si bien las dos siguen sus carreras en solitario, ninguna logró nuevamente tener un éxito mundial. Tampoco lo logró su productor quien siguió representado a otros grupos.
Tanto Lena como Yulia se casaron con hombres y tuvieron hijos.
Si bien Lena manifestó considerarse bisexual, Yulia apoyó a las lesbianas (por su pasado en t.A.T.u.), pero criticó a los hombres homosexuales.
Por supuesto, sus declaraciones tienen una fuerte impronta homofóbica contra los hombres gays.
Preferimos quedarnos con sus años dorados de la época de t.A.T.u. y cómo lograron visibilizar a las lesbianas.