Luna en Brasil (Flores raras)

“Luna en Brasil” es una historia de amor ambientada en Brasil de 1950.

Está basada en la vida de la poetisa Americana Elizabeth Bishop, y en su triste pero a la vez feliz historia de amor, que tiene lugar en la época en que ella dejó los Estados Unidos para visitar a una vieja compañera de la universidad solo para conocer a la arquitecta Brasileña Lota de Macedo Soares, diseñadora del parque Flamengo en Río de Janeiro.

Bishop se enamora de Lota, pero cuando ella también declara su amor, la vida se complica y se ven involucradas en un triángulo amoroso que involucra a la pareja de Lota, Mary, con quien además vive y que a la vez resulta ser una vieja compañera de piso de Bishop.

La película Luna en Brasil es dirigida por el Brasileño nominado al Oscar, Bruno Barreto y el guión fue escrito por Carolina Kotscho y Matthew Chapman.

La cinta está basado en la novela más exitosa en ventas de Carmen L. Oliveira “Flores Raras e Banalissimas”.

Luna en Brasil es la complicada, profunda, e inteligente historia de amor lésbico entre la galardonada poeta norteamericana Elizabeth Bishop y la arquitecta Brasileña Lota de Macedo Soares.

En este elegante y eufórico retroceso a la vieja película Hollywoodense, el director Bruno Barreto se enfoca en la compleja relación, las circunstancias íntimas a las que se enfrenta un verdadero y además profundo amor que crece entre dos almas heridas que desafiaron y cambiaron al mundo, dos almas que fueron su mutua salvación pero que también se hicieron daño.

Barreto logra mantener el sentido del humor y se burla de la lucha y soledad del poeta lo suficiente para mantener el melodrama bajo control.

Lo que hace esta película diferente e innovadora es la forma en que se escribe, sensible a los problemas que experimenta cada mujer, un viaje individual y personal.

Luna en Brasil es conmovedora y alentadora, ofrece una gama de personajes cuyo entorno y relaciones muestran hermosos matices, además de deleitar a la audiencia con la recreación histórica de los tiempos y el clima político cambiante de Brasil, aunque lamentablemente fue ignorada por el público y la crítica en los Estados Unidos.

Esta es una película sobre pérdida, pero también sobre logro.

“Luna en Brasil” está enmarcado por un poema, One Art de Elizabeth Bishop, y cuenta una historia estimulante y dolorosa, sobre la atracción entre estas singulares mujeres. El apoyo y el amor que se dieron mutuamente y las dificultades que enfrentaron mientras mantenían el equilibrio de su relación en un entorno y circunstancias cambiantes.

Además del atractivo directo que tiene la película para el público y el hecho de que sea de habla inglesa, su retrato dual de dos mujeres muy talentosas y entusiastas puede ampliar los horizontes del Director Bruno Barreto, quien ha trabajado en suficientes películas para conocer la importancia que tienen los personajes y el drama dentro de una historia romántica.

Gracias a la belleza de Brasil y al mago cinematográfico Mauro Pinheiro Jr, la película Luna en Brasil está muy bien fotografiada, tiene imágenes increíbles, bellamente filmadas en Río de Janeiro. Los paisajes son inolvidables, las selvas tropicales y las lechuzas nocturnas son increíbles.

Además, mientras el espectador se deleita con el encanto brasileño, pueden escuchar la mezcla pegadiza de la banda sonora, que va desde Chopin hasta Tom Jobim y Ella Fitzgerald.

La actuación es aguda y convincente, todos los personajes son una revelación emocionante, casi todos representan adultos maduros pero inacabados que se ven obligados a enfrentar circunstancias que no pudieron predecir.

En el filme, hay dos actuaciones sobresalientes, frescas y fuertes, la de Gloria Pires y Miranda Otto, que no podrían ser más contrastantes. Pero Barreto logra reproducir sus diferencias en cultura y personalidad a favor de la película.

Miranda Otto como Elizabeth Bishop rememora los roles de los años 40 y 50 de Greta Garbo y Deborah Kerr.

Se presenta como alguien tranquila, desconfiada, aparentemente tímida y reprimida.

Muestra sus habilidades cómicas subestimadas e infrautilizadas, y su presencia en la pantalla es tan fascinante que la audiencia no podrá apartar la vista de ella.

La interpretación de la estadounidense soltera es restringida, autocrítica e inteligente.

Es una gran sorpresa cómo esta actriz expande sus horizontes en cada papel que interpreta. El público puede sentir que quiere y necesita liberarse de los estereotipos y limitaciones de la sociedad.

Por otro lado, como su opuesto, Gloria Pires como Lota Soares, es extrovertida, precisa, altamente emocional, ávida, dinámica y ardiente.

Una verdadera fuerza de la naturaleza, su actuación es muy conmovedora, su retrato de una arquitecta desafortunada que lo quiere todo no reprime nada.

Gracias a la actuación que constantemente sorprende, a un elenco bien articulado, a una escenografía impresionante y a una dirección asombrosa, “Luna en Brasil” es una brisa de aire puro.

La película en realidad no es ostentosa, de hecho, es necesario algo de silencio para disminuir los elementos melodramáticos de las vidas de las protagonistas, sin embargo no deja de ser una montaña rusa emocional. No te la pierdas.