I can’t think straight (no imagino otra vida)

Esta historia que se ambienta en el contexto de la Londres moderna, muestra de forma muy interesante cómo las culturas y otros elementos colisionan en esta era actual.

No imagino otra vida celebra el valiente acto de reconocerte a ti misma ante tu familia como algo casi revolucionario.

Si fuera simplemente una historia promedio, del día a día, de los amores cruzados, tal vez uno la describiría como una “película para chicas”.

Celebrando su cuarto compromiso, la indecisa, joven, Jordana, residente en Londres y de origen Palestino Tala (hermosa actriz India Lisa Ray), quien es hija de una de las familias más prominentes en Amman, se encuentra agobiada por una triste vida llena de compromisos y expectativas sobre su futuro.

Sus padres la tratan como a una princesa, Tala ha tenido tres compromisos anteriores pero en cada una de esas oportunidades logró encontrar una buena razón para no casarse.

Mientras se prepara para una elaborada boda con su prometido también de Jordania, Tala conoce a la tímida escritora India-Musulmana Leyla (Sheetal Sheth), quien también vive en Londres y tiene una relación con su mejor amigo Ali.

Los sentidos de Tala se encuentran abiertos y un fuerte magnetismo se desarrolla entre ellas cuando crean un vínculo a través de los intereses comunes en el arte y su opinión acerca de la tradición familiar. Solo el amor que comparten y su propio mundo es un completo tabú.

Tala se encuentra completamente abrumada por los sofocantes planes de la boda, lucha por encontrar su verdadero yo el cual conoció y vivió en presencia de Leyla.

Lo que sucede a continuación es algo que debes descubrir por ti misma, viendo la película.

No Imagino Otra Vida es un romance con algunos elementos cómicos, pero no puede catalogarse enteramente como “comedia romántica”.

Amarás la forma en que las escenas cómicas son presentadas en el filme sin llegar a ser inapropiadas. Más bien es una historia de amor, sencilla, que hacia el final amenaza con dejar al espectador en suspense.

El único problema fue la incómoda transición de la fiesta de compromiso de Tala a la primera escena con Leyla. Pero en general, la película es muy entretenida, con unos personajes y una trama bien desarrollados.

Los actores de No imagino otra vida aportan un temperamento romántico al filme, todos ellos son muy divertidos, así como sus actuaciones.

Sin embargo el guión le falla a los protagonista, además la dirección de Sarif agrava el dolor de cabeza cuando la película toma un giro vertiginoso y se vuelve telenovelesca.

No obstante, desde la mucama, hasta las hermanas, novios y padres, todos los personajes se complementan entre sí perfectamente y desde el principio hasta el final la película me hizo reír así como llorar.

La película y su reparto con las actrices Lisa Ray y Sheetal Sheth está muy bien logrado, parece estar pensado para audiencias que normalmente no mirarían una película de temática lésbica, pero ellas le aportan a No imagino otra vida el equilibrio emocional a un intento de fusionar una identidad sexual arriesgada con la turbulenta política mundial.

No interpretan sus roles de manera sobreactuada, más bien lo hacen de forma sutil que es consecuente con el comportamiento que tendrían las mujeres pertenecientes a las respectivas culturas de las protagonistas de la película.

La actuación de las actrices te hace sentir, ver y experimentar su confusión emocional entre su relación e interacciones con los demás.

Ambas son actrices exitosas, pero también son muy atractivas. La interpretación de Lisa Ray es fantástica y el rol parece hecho para ella. El papel de Leyla es muy curioso, Sheetal Sheth es perfecta representando su personaje.

A pesar de todo, No Imagino Otra Vida, es inesperada y te sorprende constantemente. Está llena de giros que asombran al público.

Ciertamente la co escritora/directora Shamim Sarif aborda “No Imagino Otra Vida” desde una perspectiva enfática.

La película no sería nada sin la sensibilidad que muestra ante los problemas del corazón y los problemas personales que involucran las preferencias sexuales.

El suspense que los personajes crean te mantiene a la expectativa, viendo la película, incapaz de mirar en otra dirección.

El parloteo sobre relaciones internacionales es frecuente en “No Imagino Otra Vida”, pero es una distracción para empezar a preguntarte qué plan maravilloso se esconde en la mente de Sarif para sostener esta persistente subtrama.

Examina las entretejidas y amplias creencias e ideas concernientes a lo que se considera aceptable en ambas culturas.

Es un esfuerzo admirable el usar la imposición y restricciones culturales para subrayar la represión sexual, pero el mensaje se pierde en medio del tema cuando el filme aborda los juegos en el dormitorio.

Al hacer la transición de Jordania a Inglaterra, el escenario de fondo da como resultado una película increíblemente única, que no solo presenta el tema de “salir del armario”, sino que nos habla también sobre religión, familia y cultura.

No solo se obtiene un filme sobre el descubrimiento de la identidad sexual de una persona, sino uno sobre Árabes y Judíos, Cristianos y Musulmanes y más importante aun, familia y aceptación.

Ya sabes cómo va a terminar, pero el viaje hasta ese punto es un verdadero placer.

Sí, la historia es sobre mujeres enamoradas, pero el mensaje va más allá del género y nos afecta a todos.

A pesar del fulgor de la historia de Tala y Leyla, Shamim Sarif ha renunciado a una politización superficial de esta historia de amor.

A primera vista, su comedia romántica apenas difiere de los escenarios y personajes de una telenovela de alta sociedad. No Imagino Otra Vida, es además extremadamente sensual (a diferencia de muchas otros filmes lésbicos que necesitan mostrar desnudez pura).

El ambiente elegante que caracteriza a la mayoría de películas modernas de Hollywood, ciertamente hace que el debut de Sarif se perciba un poco fuera de su explosividad social, acercándola a un clásico cuento de hadas cinematográfico.

¡Qué buena película romantica! Podría decirse que el entorno y el ambiente elegidos por Shamim Sarif no son más que una hermosa envoltura que le permite abordar temas que, de lo contrario, solo impactarían de manera parcial a la audiencia.

Un filme muy recomendable para cualquiera que tenga una mente abierta y buen sentido del humor.

Puedes ver No Imagino Otra Vida si deseas tomarte una relajante y emocionante pausa de tu vida cotidiana.