Habitación en Roma
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Título original Habitación en Roma (Room in Rome)
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Año de estreno 2010
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Duración 109 minutos
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Género(s) Amor
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Director/a Julio Medem
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Reparto
- Elena Anaya (Alba)
- Natasha Yarovenko (Natacha)
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Valoración Lesbosfera 7
¿De qué trata la película Habitación en Roma?
Es una historia juguetona, coqueta y muy sexy, que narra la corta conexión física y emocional que surge entre dos mujeres desconocidas.
Argumento de Habitación en Roma
La noche se convierte en unas horas llenas de descubrimientos, una proeza entre dos maneras diferentes de ver la vida, el amor y el sexo.
Habitación en Roma es una historia juguetona, coqueta y muy sexy, que narra la corta conexión física y emocional que surge cuando una mujer lesbiana española conoce a una chica rusa que nunca antes había estado con una mujer.
La historia tiene lugar en el solsticio de verano, la noche más corta del año. Alba (Elena Anaya) y Natasha (Natasha Yarovenko) son dos extrañas que vienen de dos extremos opuestos de Europa (España y Rusia, respectivamente) que por casualidad se conocen aquella noche en un bar.
De alguna manera Alba, que es lesbiana, ha persuadido a Natasha, que es heterosexual, de que la acompañe a su hotel.
Se desata entonces un juego de seducción y resistencia, durante el cual las dos mujeres intercambian historias sobre sí mismas, que puede que sean ciertas o no.
La historia está inspirada en la película chilena En la Cama, que a su vez fue inspirada por la película americana Before Sunrise (Antes del amanecer).
Sin embargo, tanto el lugar donde ocurre la historia, así como los diálogos, fueron reinventados por Medem, ya que la historia transcurre en Roma y la pareja es del mismo sexo.
Críticas y opinión del film
La maestría y sensibilidad que posee Julio Medem para hacer películas se nota en toda su obra. Ha creado una película que posee una belleza extraña, un romanticismo intoxicante y un erotismo abrasador.
Su cámara nunca deja la habitación del hotel, excepto por las borrosas tomas del viaje de las protagonistas al principio y final de la historia.
Habiéndose restringido a sí mismo a una sola localización y a que la historia transcurra durante una sola noche (y el posterior amanecer), Medem encontró maneras ingeniosas (tanto espaciales como temporales) para expandir esta película más allá de su confinamiento.
Sin embargo, la cámara de Medem se enfoca más en sus protagonistas que en el entorno que las rodea, y es fácil ver por qué.
Anaya, de pelo oscuro y corto, y Yarovenko, rubia, de pelo cimbreño, son igualmente hermosas. Pero sus actuaciones son mucho más que su apariencia: cada una le da a su personaje una profundidad emocional que vuelve su encuentro tan conmovedor como erótico.
Las mujeres pasan casi toda la película desnudas, con la cámara grabando la tibia y suave piel de sus cuerpos, para después sumergirse en un encantador primer plano sobre sus rostros iluminados por la pasión.
Con pop extravagante y ópera formando el acompañamiento musical y un desfile de pinturas clásicas cubriendo las paredes y ayudando a contar la acción, las mujeres participan en un juego de identidades falsas, retirando lentamente las capas de fantasía que las cubren, para revelar los trágicos secretos que las han convertido en las personas que son.
En Habitación en Roma, el uso de las luces y los encuadres de las imágenes es precioso, elegante, cálido, y acogedor, compuesto artísticamente con un gran uso del claroscuro y la decoración.
Los frescos y pinturas en las paredes y techo de la suite del hotel nos muestran imágenes de más de 2.000 años de arte e historia Europea.
Hay algo mágico en la manera en que Medem ha utilizado estas pinturas, no solo para ofrecer diferentes facetas de la personalidad de los personajes, o para mostrar diferentes etapas en su relación, sino para incorporar pequeños elementos visuales en la historia.
Esto es algo típico de Medem, quien siempre usa lo que rodea a los personajes como una parte de la historia, no como un objeto meramente decorativo.
Medem posiciona y mueve la cámara de manera que el espectador sienta que está en la habitación, no viendo la habitación. La percepción espacial es, por lo tanto, muy diferente.
Esto es algo sumamente necesario, dado que de lo contrario la película se hubiera sentido opresiva. Medem sale lejos de la habitación a través de las conversaciones de los personajes y su uso de internet para mostrarse fragmentos de su presente y de sus identidades.
La cinematografía es fantástica, el diseño de producción posee tal calidez y detalles que convierte la casi estéril habitación en un lugar lleno de vida; y los complementos musicales resaltan la evolución emocional de los personajes.
Habitación en Roma no es la primera en narrarnos la historia de dos extrañas conociéndose en un lugar lejos de sus hogares. Pero incluso si otros incursionaron en este tema con anterioridad, Medem sigue teniendo suficiente inteligencia e ingenio para atraer nuestro interés hacia la noche compartida por Alba y Natasha, y para preocuparnos por el desenlace de la misma.
En cuanto a lo negativo, hay unos pocos momentos que se sienten forzados, y uno llega a pensar que hay ciertos aspectos que pudieron haberse profundizado más.
Aun así, Habitacion en Roma es una buena película, por su guión generalmente sólido, actuaciones estupendas, y resonancia emocional.
Hablando de las actuaciones, son brillantes. Elena Anaya y Natasha Yarovenko brindan una energía devastadora y una increíble sinceridad a sus personajes.
La principal razón por la cual puedes aceptar fácilmente la premisa de esta película es porque Anaya y Yarovenko se apoderaron tanto de sus personajes que se convirtieron completamente en ellas.
Ambas son asombrosas en sus papeles, especialmente Elena Anaya como la honesta y emocionalmente frágil lesbiana española, Alba. Se cree su papel y da todo lo que tiene, mostrando un gran registro actoral, desde comedia hasta tragedia, desde dulzura hasta engreimiento.
Natasha Yarovenko no es tan buena, pero su personaje de la misteriosa, atlética, sincera, fuerte y heterosexual belleza rusa, sigue siendo creíble, al igual que su sorpresa ante su atracción hacia Alba.
Parece haber una cierta intimidad entre la cámara y las actrices, un entendimiento y una aceptación que hace que la historia se vuelva creíble. Lo que es más, ambas tienen una gran química, y eso es extremadamente importante en una película como esta.
Pero lo que hace que esta película sea tan poderosa no es el sexo, aun tan erótico como es, sino las juguetonas y compasivas interacciones entre las mujeres. Este es un encuentro espontáneo entre dos personas que termina haciéndolas cambiar para bien, y que captura la verdadera alegría de vivir.
Habitación en Roma nos habla de ser abiertos a nuevas experiencias, creer en la bondad y la naturaleza humana, el amor, la ternura y la vida en su máxima expresión.
También te brinda una fórmula para enamorarte y decir adiós sin que nadie salga herido. Te da un sentimiento de felicidad.
Te ofrece magia.
Para ser honesta, escuchar sobre una película como esta puede hacerte pensar que es algo fuera de lo común para este director. Pero, después de verla, te das cuenta de que Medem la ha adoptado y la ha vuelto completamente suya.
Desde la primera vez que veas esta película, la amarás de principio a fin. Es de las películas más eróticas que verás jamás, pero sigue siendo una de las historias de amor más hermosas que hayan sido creadas.
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