Freeheld. Un Amor Incondicional

Freeheld (Un amor incondicional) es una película que importa.

Para reflejar todos estos aspectos, la película tiene como foco central la lucha que comienza una de ellas para que su pareja obtenga la pensión que le correspondería a su pareja legal, si ésta fuera heterosexual, cuando se le diagnostica un cáncer terminal.

Estos acontecimientos están basados en una historial real y tuvieron lugar entre 2005 y 2006 en el estado de Nueva Jersey, en Estados Unidos, donde en aquel momento no se garantizaba el derecho que tenían los compañeros sentimentales de heredar los bienes de su pareja cuando se producía su muerte y las parejas homosexuales corrían el riesgo de que la otra parte se quedase sin nada si uno de los implicados fallecía.

“Freeheld” cuenta la historia real de Laurel Hester, una teniente de policía del estado de Nueva Jersey, que siempre ha mantenido su vida íntima en la más estricta privacidad, y de Stacie Andree, su joven y combativa pareja.

Vemos lo buena policía que es Laurel, que conoce a Stacie en un partido de voleibol y cómo ambas mujeres se convierten gradualmente en una pareja sólida.

La película nos muestra cómo se conocen y cómo comparten todo tipo de momentos especiales que esperarías ver en una comedia romántica.

Pero los privilegios que disfrutan las parejas heterosexuales son obvios en la medida que se hace evidente que Laurel y Stacie no pueden ponerlos en práctica.

Julianne Moore, que hace de Laurel, y Ellen Page, que interpreta a Stacie, son absolutamente fenomenales. Sus expresiones faciales y su lenguaje corporal transmiten de forma efectiva las emociones de sus personajes.

Es bastante triste ver a Julianne Moore con la cabeza afeitada y totalmente empalidecida, pero da todo de sí durante la película y Ellen Page está a su nivel en cada momento. Ambas actrices presentan unas interpretaciones tan inspiradas que rozan la magia.

¿Qué más se puede decir sobre Julianne Moore? Es considerada una de las mejores actrices de la actualidad por una buena razón.

No es alguien que consigue galardones durante la época de premios por papeles excesivamente dramáticos, sino que, con frecuencia elige personajes que se encuentran en momentos conflictivos de sus vidas o que tienen problemas importantes y encuentra una forma de expresar sutilmente las numerosas emociones que sentimos cuando ocurren ese tipo de dramas en la vida real.

En “Freeheld”, Julianne Moore interpreta a una mujer orgullosa que es arrastrada contra su voluntad a los abismos de la enfermedad y su representación de una persona que se encuentra en los últimos días de su vida es emocional y físicamente convincente.

Por otra parte, Ellen Page, en su papel de Stacie, resulta absolutamente encantadora, ofreciéndonos un personaje que es juvenil, tímida y no tiene miedo de mostrar que está absolutamente enamorada.

La historia también está apoyada por sus grandes actores secundarios, destacando especialmente Michael Shannon y Steve Carell, que realizan interpretaciones muy convincentes.

El personaje de Michael es un “policía heterosexual, blanco y ateo ex-protestante”. El apoyo incondicional que proporciona a Laurel es sincero y conmovedor. Interpreta al compañero de trabajo de Laurel Dane Wells, y crea un interesante paralelismo con la persona que Laurel escoge como pareja, Stacie.

Tiene una fascinante habilidad para transmitir todo lo que está pasando más allá de la superficie. Todo lo que dice parece haber sido seleccionado cuidadosamente entre una enorme cantidad de cosas que le gustaría expresar.

Esto hace que sea aún más satisfactorio para el público cuando finalmente encuentra las palabras adecuadas para ayudar a su compañera y a su pareja en su lucha.

Por su parte, Steve Carell, que interpreta a un activista que lucha por los derechos de los homosexuales, añade un punto de alivio cómico a este viaje frustrante y desgarrador.

Steve Carell es probablemente el actor que, en un principio, menos encajaría en una película de este tipo. Pero lo cierto es que ha resultado ser perfecto en su papel como Steven Goldstein, jefe de la organización Garden State Equality y líder de las protestas ante los juzgados que se ven en la historia.

A primera vista, puede parecer extraño que un genio de la comedia como él aparezca en un largometraje tan dramático como el que nos ocupa. Su mera presencia en pantalla hace que el público esboce una sonrisa anticipatoria.

Pero lo cierto es que funciona muy bien, representando lo que, desde la perspectiva de Laurel, representa el hipócrita mundo de la política, convirtiendo un juicio en un circo mediático en el que Goldstein es al mismo tiempo el payaso y el director de la escena.

Sin duda es una película enormemente conmovedora y que merece una gran atención por parte del público, especialmente en los momentos que vivimos, en los que la lucha por los derechos de los homosexuales están cambiando la percepción del público general sobre lo que significa la igualdad.

Así pues, “Freeheld” es una película importante que necesita ser vista. Nunca des por sentado los derechos humanos.

Ten el valor de alzar tu voz contra las injusticias en nombre del amor.