Ammonite

La historia de esta película se sitúa en pleno siglo XIX, precisamente en la década de los años 40 en Inglaterra, precisamente en la costa sur de Lyme Regis. En la escena de Ammonite se nos muestra a la protagonista, Mary Anning (Kate Winslet) quien ha sido una afamada paleontóloga en el pasado.

En la actualidad, Anning posee una pequeña tienda al frente de su hogar donde exhibe y comercializa algunos de sus descubrimientos fósiles. Gracias a este empleo, Mary logra un poco de dinero, pero suficiente para adquirir una pequeña economía que le permita solventar sus gastos y los de su madre, que se encuentra enferma y con quien convive.

Luego, irrumpe en la historia Roderick Murchison quien, a diferencia de Mary, es un hombre rico y de negocios. Pero él no llega solo, sino que con una esposa notoriamente más joven que él llamada Charlotte.

Murchison se encuentra con Mary y se declara un gran admirador de su trabajo y de sus descubrimientos. Interesado por aprender junto a ella, decide pagarle para que le enseñe a identificar los fósiles que Mary busca en la costa.

Inesperadamente, el hombre debe marcharse por una cuestión de negocios y decide confiarle a Mary a Charlotte, una esposa que no le responde a su amor y está transitando un difícil momento personal que se develará en el transcurso del filme.

Prometiendo recompensarla debidamente, Mary decide aceptar y cuidar de esa joven esposa tan desdichada, ya que necesita el dinero para seguir subsistiendo.

Ese hecho será el inicio de una historia de amor medida por los prejuicios sociales, pero también por la intensidad con que ambas intentan entregarse a una pasión lésbica sin precedentes.

Francis Lee es el director y guionista de la cinta. Su anterior trabajo exploraba la relación entre dos hombres, ahora decidió indagar entre las pasiones de dos mujeres.

Ammonite fue una de las películas más esperadas por las lesbianas en el año 2020. Cuando se inició la preproducción del filme y aparecieron los nombres de Kate Winslet y Saoirse Ronan como los elegidos para interpretar a las protagonistas, el mundo enloqueció.

Muchas (y quizás demasiadas) eran las expectativas para Ammonite y las fanáticas no iban a aceptar una película a medias tintas. Esta probablemente haya sido la razón por la que su éxito crítico no fue de los mejores. Sin embargo, aquí te doy múltiples motivos para ver la película y entender por qué sí funciona como un relato lésbico del 2020, a pesar de estar situada en el siglo XIX.

Una película anterior a esta fue Portrait of a Lady on Fire de la directora francesa Celine Sciamma. Muchas personas compararon ambas cintas, siendo que se ubican en proximidad temporal y donde el desarrollo de la relación de dos personajes femeninas y su amor.

Por supuesto, se pueden leer claras relaciones e intertextos entre una y otra, pero ambas funcionan de manera distinta, lo mismo que sus tramas.

Pero volviendo a Ammonite en sí, si tuviéramos que definirla en una palabra, diríamos que es una película incómoda y todos los elementos están puestos para lograr ese efecto. Tanto la música, como la propia relación entre las protagonistas es molesta, pero no en un sentido negativo, sino para expresar lo que significaba la atracción sexual hacia una mujer, ese espacio de la incertidumbre y de no saber lo que quería decir.

Stéphane Fontaine es el encargado de la fotografía de la película y logra componer planos y secuencias increíbles dignas de una obra de arte.

Las actuaciones son también para destacar. Saoirse Ronan demuestra una vez más que puede adaptarse a lo que le requiera el papel y el guion. Por su lado, Kate Winslet reafirma su capacidad interpretativa y captura el carácter y la frialdad, pero devoción de Mary.

Además, se incorpora también al elenco la gran Fiona Shaw, que interpreta a un antiguo amor y posible contrincante de Mary.

Sin dudas, esta película debe formar parte de nuestra videoteca lésbica ya que introduce una trama que puede no ser lo más novedoso, pero sí lo es su forma de contarla apelando a los recursos estéticos y explorando el deseo femenino sin caer en clichés del género.

Una narración cruda dispuesta al deseo, pero también a cuestionarlo que no podemos dejar de recomendar y que, sin dudas, más allá de tu gusto personal, no te dejará indiferente.