Como decirle a tus hijos que eres lesbiana
Salir del armario con tus hijos puede ser una decisión liberadora, pero hay que pensar en ellos para explicarlo de la forma adecuada. En este texto te damos pautas para afrontar este importante momento.
Independientemente de si eras consciente de su tu sexualidad antes de tener hijos o de si la has descubierto después, como madre lesbiana, tarde o temprano tendrás que salir del armario ante tus hijos.
Salir del armario nunca es fácil y se vuelve aún más complicado cuando tus hijos se ven implicados.
Te surgirán muchas preguntas, tales como cuáles son las palabras adecuadas para explicarles que tienen una madre lesbiana, cómo saber si han entendido lo que significa y cómo puedes ayudarles a aceptar este hecho, entre otras muchas.
¿Deberías decírselo a tus hijos?
Por supuesto que debes hacerlo. Para muchas madres lesbianas, la idea de salir del armario ante sus hijos les llena de ansiedad y de inseguridades. Pero, a la larga, será algo muy beneficioso para ellos.
A pesar de las preocupaciones que puedas albergar, muchas investigaciones han demostrado que los niños que tienen padres homosexuales son completamente normales, crecen sanos y están perfectamente integrados en la sociedad.
En este vídeo puedes escuchar la experiencia de un padre gay:
Por desgracia, no deja de ser cierto que tendrán que lidiar diariamente con los prejuicios de la sociedad como consecuencia de la identidad sexual de sus madres.
Pero recuerda que los niños se ven obligados a plantar cara a los prejuicios sociales constantemente.
Otros niños se meterán con ellos por multitud de razones, algunas enormemente banales, tales como su peso, su corte de pelo, su ropa, sus habilidades deportivas, etc, independientemente de quiénes sean sus padres.
Por lo tanto, podemos enseñarles a lidiar con la homofobia de la misma forma que tratamos de ayudarles a encarar cualquier otra forma de juicio social: enseñándoles a amarse a sí mismos, a confiar en sus familias y a creer en la bondad humana.
No eres un bicho raro
Si ya te has decidido a dar el paso, lo primero que quiero hacer es felicitarte.
Estás en el buen camino para vivir una vida sincera e integrada, y estás construyendo los cimientos para tener una buena comunicación con tu familia en el futuro.
Y, en segundo lugar, quiero decirte que ni tus hijos ni tú estáis solos.
Hay una enorme comunidad de personas que están haciendo frente a la misma situación y a la que puedes recurrir si necesitas consejo, ayuda o, simplemente, desahogarte. No dudes en buscar ayuda en asociaciones LGTB si consideras que tus hijos o tú la necesitáis.
¿Cómo puedo decidir cuándo es el momento adecuado?
Tienes que estar muy pendiente de elegir cuidadosamente el momento para contárselo.
Se pueden dar diversas circunstancias que te hagan pensar que un momento no es el ideal para decírselo a tus hijos y que es mejor dejarlo para más adelante.
- Por ejemplo, si te estás divorciando y te ves envuelta en una amarga batalla legal por la custodia de tus hijos, y crees que tu ex puede intentar utilizar tu orientación sexual en tu contra, quizá lo mejor sería esperar hasta que hayáis alcanzado un acuerdo firme.
- O, si tu hijo está pasando por un momento delicado por diversas razones, quizá te preocupe la forma en la que puede responder o el impacto que esto puede tener en su vida.
Estas circunstancias pueden convencerte de que es mejor dejar esta revelación para más adelante.
Si lo crees oportuno, puedes hacerlo. Eres tú la que decides cuál es el mejor momento y lugar para salir del armario ante tus hijos.
Pero recuerda siempre que no puedes posponerlo indefinidamente si realmente quieres tener una relación sincera con ellos.
Después de pensarlo todo detenidamente, el momento adecuado para salir del armario será el que tú decidas que lo es.
Trucos para hablar con tus hijos sobre tu sexualidad
A continuación te presentamos algunos trucos que te pueden servir de ayuda cuando salgas del armario ante tus hijos:
Nunca es demasiado pronto ni demasiado tarde
Incluso los más pequeños saben lo que es el amor, pero no comprenden lo que es el engaño o la necesidad de esconder un aspecto importante de tu vida.
Asimismo, también debes tener en cuenta que nunca es demasiado tarde para salir del armario ante tus hijos.
Por lo tanto, sea cual sea la edad de tus hijos, no dudes en hacerlo. Todos saldréis ganando.
Díselo a tus hijos en un lugar privado
Donde nadie más pueda escuchar vuestra conversación, de forma que su contenido quede entre vosotros.
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Recuerda siempre que salir del armario no se ve reducido a un solo momento, sino que es más bien una conversación que se seguirá desarrollando a lo largo de vuestras vidas.
Puede que los niños quieran obtener información
Tal vez necesiten también apoyo emocional para comprender que, pase lo que pase, los quieres por encima de todo.
Hablar con tus hijos es importante, pero también lo es que les escuches
Así, podrás averiguar qué es lo que ya saben sobre la comunidad LGBTI+ y cómo se sienten al respecto, de manera que puedas ayudarles mejor a acabar con sus dudas, disipar sus miedos y eliminar estereotipos dañinos.
Empatiza con tus hijos y trata de comprender por lo que ellos están pasando.
No creas que tienes la obligación de empezar a hablar de sexo
Cuando sales del armario ante ellos. Háblales sobre tu sexualidad de la forma que te parezca más apropiada para su edad y de una forma que puedan comprender.
Céntrate en sentimientos como el amor, el cariño y la empatía, haciendo énfasis en el hecho de que te sientes atraída hacia personas del mismo sexo.
Pero no tienes que hablar del acto sexual ni éste tiene que formar obligatoriamente parte de la conversación.
Conocer a otras familias LGTB
Si es posible, asegúrate de que tus hijos conozcan a otros niños que tengan padres o madres homosexuales, transgénero, intersexuales o bisexuales, para que puedan hablar y formar relaciones con gente de su edad que se encuentran en una situación similar a la suya.
Combate los estereotipos
Proporcionales explicaciones claras de términos tales como “lesbiana”, “gay”, “bisexual” o “transgénero”, para ayudarles a combatir los estereotipos negativos asociados a estas palabras e intenta iniciar una conversación al respecto que sea apropiada para su edad.
Muestra respeto a cualquier diferencia
Apoya a tus hijos respecto a su orientación sexual, comportándote de la misma manera que te hubiera gustado que lo hicieran tus padres contigo.
Enseña a tus hijos que son las personas que discriminan a otras las que necesitan ayuda para cambiar y no al revés.
Busca ayuda
Si necesitas más tiempo para lidiar con esta situación, busca ayuda profesional, pide consejo a algún amigo o, quizá, te vendría bien visitar algún foro o chat donde puedas conocer a otros padres que hayan salido del armario ante sus hijos.
Así, podrás obtener consejos, ideas o trucos que te puedan ayudar mucho en este sentido, especialmente si proceden de personas que han vivido experiencias similares a la tuya.
Mujeres que han descubierto su sexualidad después de tener hijos
Si formas parte de aquellas mujeres que han descubierto su identidad sexual después de tener hijos, hay varias cosas en las que deberías pensar antes de hablar con tus hijos sobre tu sexualidad, especialmente si tienes hijos adolescentes:
- Siéntete orgullosa de ti misma y cómoda con tu orientación sexual antes de hablar con tus hijos al respecto.
- Díselo a tus hijos en un lugar privado y asegúrate de que ambos tenéis mucho tiempo libre para hablar largo y tendido al respecto si es necesario.
- Antes de hablar con tus hijos, ensaya lo que vas a decirles y cómo se lo vas a decir.
- Recuerda que la reacción de tus hijos pueden variar. Algunos niños pueden necesitar mucho tiempo para procesar la noticia y quizá no quieran hablar contigo del tema en absoluto, mientras que otros quizá quieran hacerte muchas preguntas.
- Dale algunas opciones o diles con qué otros adultos de confianza pueden hablar sobre el tema, en caso de que no quieran hacerlo contigo.
La reacción de tus hijos
Como hemos señalado anteriormente, cada niña/niño es diferente y, como consecuencia de ello, sus reacciones también serán distintas. Por ello, debes respetar su reacción y dejar que recorran su propio camino.
Pero debes tener siempre en cuenta de que la primera reacción que tienen los niños ante esta revelación rara vez constituye su respuesta definitiva.
Recuerda que si su respuesta es negativa, lo más probable es que, con tiempo y paciencia, llegue a aceptar tu sexualidad como una parte natural de vuestras vidas.
De hecho, a través de una comunicación sincera y constante, la mayoría de los padres consiguen desarrollar un vínculo más fuerte y profundo con sus hijos del que tenían antes de salir del armario ante ellos.
Ira
Es habitual que, en algún momento de su desarrollo, los niños empiecen a insultarse los unos a los otros utilizando términos homófobos tales como “marica” o “bollera”, entre otros.
Como puedes comprender, los niños reconocen y reaccionan adversamente ante los ataques que se lanzan contra sus familiares, sus amigos o su comunidad. A menudo se sienten insultados personalmente cuando otros utilizan este tipo de palabras, incluso cuando no están dirigidas a ellos o a sus familiares.
Es posible que puedas colaborar con el sistema escolar para tratar de sensibilizar a los miembros de la comunidad educativa sobre el impacto que este tipo de insultos tienen en tus hijos. Pero, si esto no es posible, puedes hablar con tus hijos sobre sus experiencias y sus sentimientos y ser consciente de lo duro que puede ser esto para ellos.
Al hablar sobre este tipo de palabras, su significado y la forma en la que pueden resultar dañinas para los miembros de nuestra comunidad, ayudas a los niños a identificar sus propios sentimientos en relación a este tipo de insultos.
Es especialmente importante que les ayudes a separar su respuesta personal a los insultos, de la intención que tuvo el agresor al pronunciarlos.
En todo caso, los insultos dañinos constituyen una respuesta equivocada y el mundo en general puede parecer injusto para tus hijos en algunas ocasiones, por lo que te recomendamos que les animes a que te digan cómo se sienten al respecto y les ayudes a expresar su ira, de manera que no la repriman en su interior.
Confusión
La verdad es que es posible que algunos niños no tengan ni idea de lo que significa ser lesbiana o incluso que nunca hayan oído palabras relacionadas con la comunidad LGBTI+, especialmente si son pequeños.
Por el contrario, otros pueden tener muchas ideas sobre lo que significa ser una persona homosexual o bisexual, pero que no tengan nada claro y que necesiten hacerte muchas preguntas.
Cuando estés hablando con tus hijos sobre tu sexualidad, descubrirás que muchas de las ideas que tienen al respecto son absolutamente fantasiosas, pero que otras pueden acercarse bastante a la realidad.
Miedo
En algunas ocasiones, tus pequeños pueden preguntarse cómo esto les afectará en su vida diaria y si pueden ser víctimas de discriminación o de algún otro tipo de violencia como consecuencia de tu sexualidad.
Estos son miedos comprensibles.
Hay muchas cosas negativas ahí fuera que se vinculan con la homosexualidad o con las consecuencias que puede tener pertenecer a este colectivo.
Algunas de estas ideas, como dar por sentado que todas las personas homosexuales tienen enfermedades de transmisión sexual o sida, son completamente falsas. Pero otras, como la discriminación y el rechazo, tienen, por desgracia, algo de verdad.
En todo caso, debes ayudarles a comprender que no es tan malo como creen.
El miedo a menudo procede de algo que no conseguimos entender, por lo que si tus hijos tienen preguntas, contéstalas lo mejor que puedas y enséñales que la mejor forma de lidiar con el miedo es enfrentándote a él.
Nueve veces de cada diez descubrirán que no hay nada que temer y, se darán cuenta de que, si pasa algo, tú siempre estarás ahí para ayudarles.
Alivio
Tus hijos pueden sentir alivio después de tu revelación, especialmente si te han visto infeliz o triste durante buena parte de sus vidas.
De hecho, algunos niños no se han sentido como parte de una familia de verdad hasta que sus madres no han salido del armario.
Saber y comprender la verdad puede liberar muchas tensiones y salir del armario puede significar abrir la puerta a una relación más sana y honesta con tus hijos y con las personas a las que quieres.
Orgullo
Dado que nuestra comunidad está luchando por visibilizar cada vez más y más las diferentes familias que existen, quizá te sorprenda ver que tus hijos se sienten orgullosos de ti y de la forma en la que has decidido luchar por ti misma y por lo que amas.
Puede que piensen que es guay tener una familia que no se adapta a las normas establecidas.
Si todavía no están en esta etapa, es una oportunidad para hacerles ver la fuerza y el valor que se necesita para ser diferente en una cultura que rechaza a aquel que no se adapta a los cánones establecidos y cómo puede hacerles sentir más compasión y comprensión respecto a los demás.
Tu salud y bienestar
Salir del armario ante tus hijos te da la oportunidad de vivir y amar libremente.
También te puede ayudar a tener una relación más profunda con tus hijos y a construir unos cimientos sólidos para comunicaros con sinceridad en el futuro.
Pero hay otro punto a favor: también es algo bueno para tu salud.
Si no les confiesas tu orientación sexual, puedes empezar a sufrir estrés crónico y a expèrimentar un aumento de los niveles de la hormona cortisol, que perjudica enormemente tus órganos y tejidos corporales.
A largo plazo, es una situación que puede provocarte bastante dolor físico, puede agravar las enfermedades que ya sufres y disminuir tu calidad de vida en general.
En este sentido, las lesbianas, gays y bisexuales que han salido del armario presentan niveles más bajos de hormonas relacionadas con el estrés y menos síntomas de ansiedad, depresión y agotamiento que aquellos que no lo han hecho.
En definitiva, tienes que tomar una decisión.
Por un lado, puedes utilizar toda tu energía para mantenerte encerrada en el armario y conseguir que todo siga como está, sin que tus hijos conozcan a tu verdadero yo ni puedas disfrutar de tu sexualidad.
O, por otro, puedes utilizar esa misma energía para liberarte y seguir adelante, iniciando un camino para que tanto tú como tus hijos podáis vivir una vida más sana, abierta e integrada, disfrutando al mismo tiempo de las relaciones personales que todos merecéis.
Salir del armario ante tus hijos no es fácil pero, al final, merecerá la pena.
¿Has salido del armario con tus hijos?
Cuéntanos en los comentarios cómo fue la experiencia, cómo reaccionaron y si ha cambiado en algo vuestra vida. O si estás pensando en contárselo, cuáles son tus miedos y tus esperanzas.