Un pueblo andaluz se tiñe con los colores del arcoíris

Un pueblo de Málaga responde a la retirada de la bandera LGTB de la fachada de su ayuntamiento, colgando en sus casas, calles y puertas más de 500 banderas arcoíris.

Un pueblo andaluz, de 4.200 habitantes, ha sido el protagonista de la noticia “arcoíris” más entrañable de este año.

En el mes del Orgullo siempre pasan cosas, nuestras calles se llenan de colores y la libertad es quien marca el paso. Las cosas parecen más ligeras durante esos días.

Incluso este 2020, no hay confinamiento que nos haga estar menos orgullosas de lo que somos.

Manifestaciones de apoyo se han visto en todas las ciudades del mundo, online y en vivo, por parte de organismos oficiales y personas.

Y con el mismo orgullo, Villanueva de Algaidas decidió un año más volver a colgar su bandera LGTB en el ayuntamiento para mostrar que es un pueblo que apuesta por la diversidad y la tolerancia.

¿Cómo no iban a colgar su bandera? ¿Cómo no teñir la fachada del ayuntamiento otro año más de colores? .

La guardia civil celebra el arcoíris LGBT

Este Orgullo nos ha traído algunas sorpresas como que el cuerpo de la Guardia Civil de España se unió también a las celebraciones mostrando su solidaridad y su cariño hacia la comunidad LGTB.

Colocando el emblema del cuerpo sobre la bandera del arcoíris.

Por presiones políticas y mediáticas, se vieron obligados a retirarla. Aquí tienes parte de las reacciones  en su Twitter.

Un pueblo blanco que se ha teñido de colores

Ocho metros tiene la bandera. Es relativamente nueva. La tradición de sacarla al ayuntamiento es también reciente, pero todo el pueblo está más que contento apoyando a la comunidad LGTB.

¡Ocho metros de bandera es mucha bandera! Pero en el pueblo todo el mundo quería estar seguro de que se ve, de que lo único que no cabe entre sus calles es la discriminación y la intolerancia.

La homofobia, a la que parece que a veces le ganamos la partida pero que siempre está lista para volver a mordernos, tuvo una excusa esta vez. Tres ciudadanos y un concejal pusieron una queja oficial en la Guardia Civil.

Amparándose en el nuevo fallo de la corte suprema de España donde se prohíbe colgar banderas no oficiales en edificios gubernamentales, consiguieron -o mejor dicho pensaron que lo consiguieron- apagar el arcoíris del pueblo.

Reacciones en un pueblo solidario con la comunidad gay

El ánimo se quedó en suspenso, por los suelos. Los vecinos llevan tres años estando muy orgullosos de su bandera y de su apoyo a la comunidad LGTB.

El gesto de colgar la bandera ha durado poco, el alcalde se ha visto obligado a retirar la bandera.

Funcionarios de Villanueva de Algaidas

La noticia se dio a conocer pronto en el modesto grupo de Facebook que tiene el grupo. Fue ahí donde Antonio, uno de los héroes de esta historia, se enteró de lo que había pasado.

Cuando leyó la noticia, no podía creérselo. No había razón para quitar la bandera del ayuntamiento. La mayoría de los vecinos estaban tan disconformes como el con la situación.

¡Había que hacer algo!. Y de repente dio con la solución.

¿Qué problema podían tener con una bandera que no hacía daño a nadie?

Antonio

400 banderas LGTB y un desfile cancelado por el COVID-19

Antonio, tiene una pequeña tienda en Torremolinos, una localidad cercana a su pueblo, donde vive actualmente. Y es aquí donde nace la clave de esta historia y la fantástica iniciativa que comenzó el, pero que continuaron sus vecinos.

Resulta que había comprado a primeros de año unas 400 banderas LGTB para vender en su tienda, en el desfile y durante las fiestas.

Así que es normal que la venta de banderas aumente en esa época.

Luego llegó el COVID-19 y con el confinamiento. Antonio se vio obligado a cerrar, como todo el mundo. No devolvió las banderas, pensando que quizás el desfile se aplazaría para más tarde. O que podría venderlas el año que viene.

Pero aquella mañana leyendo las quejas de sus vecinos y saboreando su propia indignación, decidió poner un anuncio en la página de Facebook de su pueblo, anunciando que regalaría banderas LGTB a quien quisiera una.

La idea era que los vecinos pudieran colgarlas en sus balcones y dar una lección de tolerancia, libertad y solidaridad al mundo.

Recibió más de 100 mensajes. Cogió sus banderas y su coche y se puso rumbo a Villanueva de Algaidas para cumplir con su palabra.

Sabía que su pueblo era solidario, sabía que era generoso, sabía que apoyaba la diversidad pero jamás pudo llegar a imaginarse lo que pasaría.

Un pueblo lleno de color

Ya se sabe como son los pueblos. Y lo rápido que vuelan las noticias entre sus gentes.

Cuando Antonio llegó, con su coche cargado de color y de esperanza, todo el mundo estaba esperándolo.

Terminó ayudando a sus vecinos a colgar la bandera LGTB en balcones, tiendas, escaleras y farolas. Allí donde ellos querían. Para su sorpresa las 400 banderas se acabaron pronto ¡menudo exitazo! .

Pero eso no era todo!.

Aún había más vecinos que querían su bandera y con ello demostrar su apoyo a la comunidad LGTB en un mes tan importante como el del Orgullo.

Así que descubrieron que había una tienda local, que también tenía banderas disponibles. También la arrasaron. Más de 500 familias se habían sumado a la iniciativa.

Tras una tarde muy ajetreada, Antonio comprobó con alegría que el paisaje típico de casas blancas característico de todo pueblo andaluz…

Había cambiado a ser un arcoíris. El pueblo se había teñido de colores.

Y de esperanza.

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Me sentí conmovida al ver como un pueblo andaluz fue capaz de dar una respuesta tan brillante a un acto tan cobarde.

¿Qué piensas tu? ¿Has visto algo similar? ¿Qué harías tú si pasara en tu pueblo?.

Comparte tu opinión para que como siempre, sigamos entre todas tejiendo una gran red de colores que nos sostenga a todas.