Afinidad (Affinity)

Puedes ver su biografía en la opinión de El lustre de la Perla.

Es, al mismo tiempo, una compleja e intrigante novela histórica de misterio y una conmovedora historia de amor con un giro inesperado.

Margaret Prior (también conocida como “Peggy” y “Aurora”), la protagonista de esta historia, es una mujer soltera de clase alta que se nos muestra como una persona muy infeliz. Tras la muerte de su padre, intenta suicidarse, pero no lo consigue.

Además, para colmo, tiene problemas para aceptar la falta de control que tiene sobre su propia vida al continuar viviendo en la casa familiar junto a una madre muy controladora, a pesar de contar ya con casi 30 años.

Decide hacer esto para rehabilitarse y dar un sentido a su vida. Lo hace con la esperanza de que le ayude a superar sus problemas, al mismo tiempo que presta consuelo a otras personas y se va convirtiendo en una figura de referencia en las vidas de las mujeres encarceladas.

Entre las prisioneras de Milibank, donde se encuentran internas principalmente ladronas y asesinas, un día consigue vislumbrar una figura que la fascina.

A través de una compuerta, posa los ojos brevemente en una joven con una flor, que le recuerda a un cuadro de Carlo Crivelli. Y, desde ese momento en adelante, sus destinos quedarán estrechamente unidos.

Apenada por la situación en la que se ve envuelta esta chica, aparentemente inocente, Margaret se descubre a sí misma dándole consejos y ofreciéndole su amistad a lo largo de sus diferentes visitas.

Aunque, en un principio, se muestra un tanto escéptica respecto a los dones de Selina, Margaret pronto se ve arrastrada a un mundo crepuscular de fantasmas y sombras, espíritus malvados y pasiones impropias.

Sarah Waters es una magnífica escritora y disfrutarás del ambiente que ha creado con esta novela desde la primera página.

Comienza la noche de la sesión, donde la historia de Selina empieza a entretejerse con la narración que hace Margaret en primera persona a través de las entradas de su diario. Esta historia, en su mayor parte, tiene lugar en la prisión.

Al tener que lidiar con el complejo espiritualismo victoriano y el difícil sistema carcelario de la década de los 70 del siglo XIX, el lector no está seguro de qué es realmente sobrenatural y qué no lo es.

Siendo algo capital para la trama, se puede apreciar el realismo histórico vinculado al sistema de prisiones que aparece en la narración. Waters realmente ha hecho una concienzuda investigación a este respecto.

El efecto que dicho sistema tenía sobre las presas es contado con todo detalle a través de la historia y, como consecuencia de ello, la narración resulta muy dramática.

Sarah Waters concibió esta narración para que fuera una experiencia totalmente intrigante para el lector, pero es una novela para aquellos que quieren que las historias tengan un final feliz.

Una vez que la lectora averigua el camino que está tomando el argumento, puede ser difícil llegar a terminarlo, pero está muy bien construido y merece la pena leerlo.

La maravillosa forma de escribir de Waters destaca por la forma en la que te sorprende y te acaba atrapando totalmente. Así sucede con el complejo contexto de este estupendo libro.

Sarah Waters presenta una historia de atracción entre dos mujeres en una situación que no puede ser más complicada y su final, totalmente inesperado es como un jarro de agua fría, por decirlo de alguna manera.

Justo cuando piensas que sabes cómo se van a desarrollar las cosas, descubres que has sido engañado, de la mejor manera posible. Y es tan complicado encontrar una pareja homosexual en una novela histórica que tenga un final feliz, así que disfrútalo cuando lo leas.

“Afinidad” es un libro genial y considerarlo únicamente como una historia de misterio o de fantasmas sería ignorar su gran profundidad.

Es una novela psicológica de ambientación gótica, pero también toca muchos otros temas diferentes:

• Las grandes diferencias existentes entre clases sociales en la Inglaterra victoriana.
• La depresión.
• La sexualidad.
• La obsesión con el espiritualismo que se vivió en el siglo XIX.
• Y mucho, mucho más.

Como siempre, el trabajo de esta autora viene apoyado por una concienzuda investigación y una convincente visión de la vida de las mujeres en circunstancias opresivas.

Los personajes de “Afinidad” están muy bien descritos y responden muy bien a las circunstancias. Además, esta novela se centra mucho más en la vida de las mujeres que la inmensa mayoría de las ficciones existentes, dado que apenas presenta personajes masculinos.

Margaret es una solterona y es su obsesiva ambición la que guía sus pasos hasta una cárcel para mujeres. Selina es un personaje muy inteligente y el lector puede percibirlo, pero aún así tiene algo que hace que la queramos sin saber muy bien por qué.

Mientras se desarrolla la historia, la autora crea para su lectora una falsa seguridad. Hace que se centre en las cosas más obvias que aparecen en la historia, como las horribles escenas de la cárcel, la escalofriante y sombría atmósfera de la prisión, y las historias tanto de las presas como de sus cuidadoras.

La lucha de Margaret contra sus sentimientos respecto a los demás es totalmente fascinante. Pero mientras tú estás mirando a tu derecha, un cuento complejo está siendo creado a tu izquierda y cuando ambas historias se unen, el resultado es magnífico.

La cárcel parece tener su propia vida, ajena por completo a lo que ocurre en el exterior.

Es prácticamente imposible liberarse de la sobrecogedora sensación de pesimismo y terror que invade todo el lugar.

La historia está narrada en capítulos alternos por dos mujeres muy diferentes. Esta historia oscura y voluble transmite sensaciones como miedo, melancolía y una tremenda pena.

El libro examina la actitud que tenía la sociedad victoriana respecto a las mujeres prácticamente desde todos los ángulos.

Estas vidas se desnudan ante nuestros ojos para que las examinemos y sintamos que son verdaderas y completas, a pesar de que, en algunas ocasiones, solo tenemos la oportunidad de verlas durante un momento muy breve.

También existe un trasfondo erótico de atracción prohibida en los cimientos de esta novela, dado que Margaret se siente cada vez más atraída por la misteriosa Selina Dawes.

Waters consigue mantener una cuidada atmósfera de suspense a lo largo de todo el libro.

Este libro es muy parecido a “El ocupante”, en el sentido de que en ambos relatos hay momentos evocativos y escalofriantes.

Sarah Waters presenta una prosa densa y elegante y cuenta historias que se desarrollan con una deliberación exquisita.

Desvela cuidadosamente todos los puntos de la historia, dándonos los detalles que necesitamos en el momento justo, manteniéndonos siempre a la expectativa.

Y justo cuando tienes la impresión de que ya lo sabes todo, te vuelve a sorprender con algo que nunca pudiste imaginar o prever.

“Afinidad” se estructura a través de los extractos de los diarios de las dos mujeres. Los extractos del diario de Selina comienzan dos años antes de los del de Margaret.

Este es un método excelente para crear tensión y para no desvelar nada hasta el final. Así, la autora crea con maestría una atmósfera de melancolía sofocante y crea una tensión que, en algunos momentos, es casi imposible de soportar.

Si estás interesado en el trabajo de la señora Waters, pero no tienes tiempo para leer sus libros más largos, debes saber que “Afinidad” no es la típica historia de terror y sustos fáciles en la que todo tipo de monstruos aparecen de la nada sin que se sepa muy bien por qué.

Pero si decides elegir este libro y eres una lectora que aprecia la sutileza y a la que le encanta sentir cómo un escalofrío recorre su espalda cuando sabe que las cosas no van del todo bien, puede ser una lectura increíble, repleta de suspense y de momentos terroríficos.

Te recomendamos que intentes leer “Afinidad” durante un día frío, nublado y lluvioso. Prepárate para una historia sobrenatural que te atrapará el corazón.

Si eres fan de las historias góticas, no te puedes perder este libro.