¿Cómo superar los traumas familiares?
¿Sabías que los traumas familiares del pasado afectan a tus relaciones? Te ofrecemos algunas estrategias para que sepas cómo afrontarlos.
¿Alguna vez quisiste que tus padres te hubieran criado o tratado de una manera distinta? ¿Sigue hoy de adulta haciéndole las mismas recriminaciones a tus padres? Quizás lo que necesitas es curar los traumas familiares.
Todas traemos con nosotras una maleta de cosas que nos hacen ser quienes somos. De hecho, se dice que muchas de las actitudes que tienes en el presente pueden estar motivadas porque no has dedicado el tiempo necesario a sanar las heridas del pasado.
Porque si curas los traumas familiares puedes vas a estar libre de cargas pesadas. Así que en esta ocasión, hemos decidido compartir algunos pasos para que puedas detener sus consecuencias en el presente.
¿Por qué es necesario afrontarlos?
Las heridas con las que vives desde la infancia sí afectan a tus relaciones actuales. Ya que lo que vivas en tu familia en tus años de desarrollo, ayudará a formar las estructuras que sentirás normales en tu día a día.
Así que si creciste en un ambiente donde siempre se te dijo que no eras suficiente, te sentirás que no eres suficiente. O si de niña viviste en un espacio lleno de maltrato doméstico, esto será lo que hagas con los tuyos. Incluso, quizás no seas consciente de esto, pero pasará.
Pues los traumas familiares son, en parte, el patrón de cómo actúas y de cómo piensas en las relaciones. En todo tipo de relaciones, no solo en tu vida en el matrimonio.
También con las amigas, con los hijos, con los compañeros y con todo el que te rodea. Por eso, es fundamental que actúes para superar tus conflictos familiares para evitar herir a los tuyos.
Porque nadie es perfecto
La familia es el cimiento de la vida, es la institución angular por donde empieza la sociedad. Por lo tanto, nunca debes menospreciar su importancia.
Al contrario, es gracias a tu familia eres quien hoy eres. Con lo bueno y con lo malo. Por muy bonita que haya sido tu relación con tus padres ¡Nada es perfecto!. Así que lo más posible es que incluso tú tengas también algunas heridas.
Esos traumas familiares pueden estar afectándote en el presente. O peor aún, empezar a afectar de manera más intensa cuando incluyas a más personas en tu vida diaria.
Y cuidado aquí, eso no significa que tus padres sean los responsables de todos los males de tu mundo. Porque la responsabilidad de tener una familia es muy grande y ni tú eres perfecta, ni tus padres lo son.
Porque son el origen de mucho
Como venimos diciendo, los traumas familiares son un reflejo de la infancia. Y puesto en otras palabras, son también el origen de muchas de tus limitaciones o conflictos. Sobre todo en lo que respecta a las relaciones que mantienes.
Y eso, es una herramienta con mucho valor. Ya que quiere decir que al curar tus traumas de la infancia, podrías estar eliminando el origen de ciertos problemas.
De esta manera, tener formas para hacerlo es un ganar-ganar. Incluso, se puede decir que esta es la manera de evitar las actitudes negativas sobre las relaciones que puedas tener en tu vida.
Pues al resolver el origen, estarías borrando las consecuencias. Así que puedes pensar que con esto tendrías en tus manos el cuidar de los traumas familiares de los tuyos.
¿Cómo superar los traumas en la familia?
Ya que sabes cuán valioso es curar los traumas familiares, vamos a ahondar en algunas estrategias que puedes seguir para que trabajes en ello.
Aunque antes de empezar, es fundamental que estés dispuesta a sanar. No se trata de juzgar las cosas como “malas” o “buenas”, porque las cosas son como son.
De esta manera, será necesario que te encuentres con una capacidad para abrazar las cosas en su manera más auténtica. Sé que esto no será fácil, pero estoy segura que verás muchos resultados positivos a la larga en ti.
Empieza a hablar sobre ello
Una de las cosas que impiden que los problemas se solucionen, es ignorarlos. Y con respecto a esto, hay muchas personas que aparentan no tener problemas con sus padres.
Tratan de ocultarlo en sus recuerdos más íntimos y nunca hablan de ello. Pero eso es lo que hace que se normalicen los traumas familiares.
En cambio, es importante que empieces a contar y rememorar el pasado. A través de diversas estrategias como cartas, grabaciones o simples conversaciones. De alguna manera, al hablar de ello se logra una conexión con el momento del trauma e inicia la sanación.
Algunos expertos llaman a esto terapia cognitivo conductual. Aunque en definitiva, esto es mucho más que simplemente hablar de eso.
Esto puede ser tanto con tu especialista, con una buena amiga o con alguien en quien tengas confianza. Hablar en voz alta sobre esto, será el primer paso que ayudará para que logres convertirte en tu mejor versión.
Busca apoyo
Este proceso de curación se vive mejor si no se está solo. Piensa que un corazón roto requiere de un sistema de apoyo para sanarse. En general, lo ideal es que sea alguien que te ofrezca su hombro como apoyo.
Pues hay mucho que sanar.
Lesbosfera en Telegram
Únete al canal de Telegram para enterarte de las novedades y recibir contenidos exclusivos de Lesbosfera
Pero también te iría bien buscar un especialista. En definitiva sería de mucha ayuda tener a alguien que conozca mejor la mente humana. Ya que será necesario que empieces un trabajo con tu interior. Para poder ver cuál ha sido tu dinámica con tus padres.
- ¿Cómo fue tu relación con tu madre?
- ¿De qué manera llevaban la relación tus padres?
- Si estaban separados ¿Mantenían buenas relaciones?
- ¿Cómo se trataban entre ellos?
- ¿De qué manera te trataron ellos a ti?
Sin duda alguna que dar respuesta a estas interrogantes y otras más, será la puerta para que crezcas. Ya que este trabajo interno te permitirá convertirte en una mujer más sabia, más fuerte y con más autorrealización. Pues irías a forjar el origen de tus conflictos en los vínculos afectivos.
Comunícate con tu niña interior
Hay quienes pueden decirte cosas como “Olvídate de todo lo que pasó, perdona a tus padres”. Pero es que hablar de perdón cuando hay dolor, rencor y sentimientos encontrados es muy difícil.
No se trata de una simple magia que hará efecto. Por eso, es mejor que empieces a comunicarte contigo misma.
¿Sabías que la psicología ha descubierto que las vivencias del pasado no se borran, sino que están en alguna parte de tu cerebro? De hecho, a esto se le llama el niña interior.
La niña que hay en ti guarda todas las experiencias de la infancia. Y juntas influyen en tu manera de ver el mundo.
De hecho, se conoce que la personalidad es, en gran medida, producto del pasado. También algunas actitudes, problemas y habilidades del adulto. Pues las experiencias en casa, en el colegio o en el entorno inmediato afectarán para siempre…
Por eso, nunca dejas de ser esa niña que fuiste, aunque no te des cuenta. Y todo, lo bueno y lo malo puede influir en ti.
Es imprescindible tener conexión con esa niña. Así como entenderlo, analizarlo y curarlo. Porque la mayoría de los miedos, gustos, fobias o aversiones tienen su origen en ese niño herido que está dentro de ti.
Cuidar, atender y comprender a ese niño te permitirá superar problemas, mejorar actitudes o solo potenciar tus talentos. Por eso, al curar los traumas familiares estarás sanando y yendo más allá del perdón.
Conéctate con tus sentimientos
Al curar tus traumas familiares no estás solo trayendo recuerdos al presente y contando tu historia de vida.
Es también relevante que pienses en los sentimientos que generan en ti todas estas heridas.
Para ello, vuelve atrás a esos recuerdos y logra traer a ti eso que sentías en el cuerpo. Por ejemplo, tristeza, rabia o incomprensión.
No es suficiente con que pienses en eso que sientes en este momento. Sino que también veles por lo que experimentaste en tu niñez.
Y con sentimientos nos referimos a eso que tú conoces en tu cuerpo. La ira, por ejemplo, no está en el pecho o en el estómago.
Pero en definitiva es algo que puedes reconocer en el momento que lo sientes y puedes cuantificar, te servirá mucho darle un peso. Si sientes ira, del 1 al 10 ¿Cuánta ira experimentas?
Esta manera de conectar con tu pasado es la llave para curar los traumas familiares. Así que tómate el tiempo que necesites para esto.
Aunque esto sí tiene una complicación. Ya que si es algo muy traumático, es posible que hayas disociado lo que sentías. Quizás al jugar con una muñeca o al huir debajo de tu cama.
De cualquier manera, es necesario que logres crear una conexión con tus sentimientos. Ya que esto te permitirá ir más allá.
No olvides que ellos hicieron lo mejor
Es necesario que tengas en mente que tus padres hicieron lo mejor que pudieron. Pues no todas las personas tienen los mismos recursos, ni los mismos conocimientos, ni los mismos traumas familiares.
Si comprendes la importancia de curar las heridas, estarás clara en que tus padres hicieron lo que pudieron. Quizás ellos también cargaban consigo a un montón de traumas que los hicieron actuar de la manera en la que actuaron.
Esto es importante al momento de sanar. Pues es una manera de ir disminuyendo sentimientos como la ira, la incomprensión o la decepción.
Ahonda en tu personalidad
¡Es momento de que te conviertas en una investigadora!
Este puede ser un paso muy crucial para avanzar en esa tarea. Busca el origen de ciertos aspectos de tu personalidad.
Es decir, trata de investigar los orígenes de algunas cosas de ti. Por ejemplo, pensemos que seas una persona que cada vez que te disgustas, sueles dañar algo. O miremos tu afición por los libros y las librerías…
- ¿En cuál de tus padres viste ese comportamiento?
- ¿A quién de los dos te los imaginarías haciendo algo similar?
- O mejor ¿Tenían ellos actitudes totalmente opuestas?
¡Perfecto! Si inviertes un poco de tu tiempo para conocer los porqués, eso ayudará un poco más. A veces es algo positivo que decidiste copiar. Otras veces son comportamientos con los que no estás de acuerdo y decidiste mejorar.
En el proceso podrás ver cosas positivas. Y de esta manera, ¿Por qué no reconocer lo que tus padres han hecho bien por ti? Tener conciencia de eso, te ayudará a ver las cosas desde otro punto de vista.
Acércate a tus padres
Depende de qué tan profundas sean las heridas que tengas, tu relación con tus padres puede ser más o menos estrecha. Pero en el proceso de curar los traumas hay una parte en la que será positivo si logras acercarte a ellos.
Ya que será necesario curar vuestra relación. Y sobre todo de manera que evites volver a salir dolida. Y en cambio, tengas la oportunidad de crear momentos felices con ellos.
Esto es también parte importante de dejar atrás los dolores del pasado. Pues al sanar tus cicatrices, una bonita experiencia sería llenar de nuevos recuerdos libres de trauma.
Comparte con tus padres un feedback positivo, diles que te gusta la vida que te ofrecieron.
Y atención aquí, no tienes que sentir que le debes algo a tus padres por darte tal vida. Porque como padres, se aprecia el gran privilegio que puede significar criar a los hijos.
Trata de ser explícita en que no estás tratando de culparlos por nada, al contrario usa frases como las siguientes.
- No busco culparte, solo quiero que entiendas cómo me sentí cuando…
- Quisiera que pudieras escuchar cuáles fueron mis sentimientos cuando…
- Me gustaría compartir contigo algo para poder sanar heridas, la manera cómo pasó esto…
- Sé que hiciste lo mejor que podías en el momento, así que…
- No quiero que se malinterprete, te amo. Te amo ahora, te amé de niña, pero quisiera compartir contigo…
De esta manera, al explicar tus sentimientos de manera sincera, no habrá malentendidos.
Además, siempre es relevante cómo digas las cosas. Si te acercas sin intenciones de culpar a tus padres, eso será lo que expreses con tus palabras y con tu cuerpo.