Aunque algunos piensen lo contrario, sí, está bien ser como eres, está bien ser lesbiana, bisexual o transexual. Te voy a enseñar a darle la vuelta y convertir lo que ahora piensas que es una debilidad en tu fortaleza.
Vivimos en un momento en el que para algunos pudiera parecer que una web así ya no es tan necesaria, pero me gustaría que recordaras que las mujeres LGBT sufrimos doble discriminación, una por NO ser heterosexuales, y otra por ser mujeres.
Es una doble lucha, y cuantas más mujeres nos levantemos y nos unamos, más rápido se producirá el cambio en la sociedad. El momento es ahora.
Pero ¿sabes qué? Meryl Streep dijo una vez:
Lo que te hace diferente o raro, es tu fortaleza.
Por qué
- Mientras haya países en el mundo donde ser homosexual sea ilegal o puedan condenarte a muerte por ello.
- Mientras se permita la discriminación laboral o social.
- Mientras adolescentes gays se suiciden o caigan en abuso de drogas porque no pueden soportar la presión.
Sigue siendo importante que luchemos por normalizar las cosas.
- Que por fin las personas pueden entender sus sentimientos sin miedo, sin rechazo y sin sufrimiento.
- Que haya referentes LGTB positivos donde los adolescentes puedan reconocerse y dejar de sentirse solos.
- Que los padres acepten como natural y sin traumas la orientación sexual de sus hijos y se acabe el bullying homofóbico en los colegios.
Dejamos de buscar monstruos debajo de la cama cuando nos damos cuenta de que están dentro de nosotros.
Mientras haya niñas y niños con miedo a ser quien son, los que ya hemos recorrido ese camino tenemos que hacernos ver.
Ser niña y lesbiana
Una de las cosas más dolorosas que recuerdo de mi infancia, fue darme cuenta de que me gustaban las chicas.
Me odié a mí misma y me escondí durante mucho tiempo. Perdiendo parte de mi juventud, aislándome de los demás, siendo siempre la chica tímida que no habla sobre su vida.
Décadas después, siendo hoy una mujer, aún arrastro algunas consecuencias, la herida no se ha cerrado.
- He tenido muchos trabajos donde mi pareja era invisible, o donde decía que era mi amiga, mi compañera de piso.
- He ido de vacaciones con mi novia y no me he atrevido a pedir cama de matrimonio.
- He soltado la mano de mi pareja o he evitado besarla en público por miedo a ser agredidas.
No quiero que dentro de 20 años, mis hijas o sobrinas me cuenten estas mismas experiencias. Me encantaría que estas historias les sonaran a ciencia ficción.
Todas contamos
Esto tiene que parar aquí, las niñas de hoy tienen que poder llevar una vida normal mañana.
Estoy aquí porque debemos continuar hablando más alto que las voces que intentan dividirnos. Porque debemos defender a aquellos que no pueden.
Estoy aquí para que algún día no muy lejano, no sea necesaria una web como esta.
Parafraseando a Eduardo Galeano y adaptándolo un poco:
Muchas mujeres pequeñas, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo.